Ante la efervescencia generada por el caso Iguala viene a pelo el más reciente ensayo de Fernando Savater: ¡No te prives! Defensa de la ciudadanía (Ed. Ariel), sobre todo cuando aborda el “clima levantisco y disconforme que reina en las democracias”, donde recuerda que “ya el viejo Montesquieu advirtió que si acercamos el oído a … Continued
Ante la efervescencia generada por el caso Iguala viene a pelo el más reciente ensayo de Fernando Savater: ¡No te prives! Defensa de la ciudadanía (Ed. Ariel), sobre todo cuando aborda el “clima levantisco y disconforme que reina en las democracias”, donde recuerda que “ya el viejo Montesquieu advirtió que si acercamos el oído a un país y no se percibe ni el vuelo de una mosca, seguro se trata de una tiranía, mientras que si se escuchan gritos indignados, polémicas y voces escandalizadas de descontento seguramente estamos ante una nación libre”.
Por lo mismo, dice, “cabe felicitarse” de que los ciudadanos aprovechen las garantías democráticas, “aunque ello ponga de los nervios a quienes siempre y en toda ocasión ponen el orden por encima de la justicia…”.
Lo malo, reflexiona, “comienza cuando los disconformes que quieren hacerse oír se empeñan en manifestar su desacuerdo transgrediendo las normas de la propia democracia y sobre todo empeñándose en descalificarla como si fuese en el fondo la peor de las dictaduras…”.
¿Así o más claro?