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Uber es una palabra inglesa que significa lo “mejor”, lo “último”, lo “más”.

Déjeme decirles que dentro de la filosofía de Uber está en primer término pedir el perdón y luego el permiso, partiendo de ese punto podemos entender muchas cosas.

Todo comienza cuando dos empresarios estadounidenses desarrollaron una aplicación para smartphones que podía llamar a un taxi privado con solo apretar un botón. Eso fue en el año 2009, un año después nace Uber.

El primer impacto favorable de esta empresa se da en el bolsillo de quienes lo utilizan, de la noche a la mañana se convirtió una competencia férrea contra los institucionales taxis, además Uber no invierte, quienes lo hacen son sus “socios, empleados o choferes”.

La aplicación original que diseñaron fue en extremo atractiva, no se pedía un taxi sino un carro particular con un chofer identificado en el programa conociendo con exactitud la ruta que sigue. El cobro se hace directamente a la tarjeta de crédito o débito, quedando la factura en un correo electrónico al término del servicio, algo realmente increíble en ese año.

En su origen los “socios” llamaron a Uber “el segundo empleo” pues muchos aprovecharon las ventajas de la empresa para trabajar algunas horas y generar un dinero extra.

¡Bien! Creo que ya expliqué todo lo generoso de Uber, pero, aquí está el pero, algo le está sucediendo a esta empresa, al menos en Hermosillo las cosas no marchan bien.

Los precios comienzan a subir y poca o nula explicación al respecto. Ya no solo cobran por medio de la tarjeta, aceptan y me atrevo a decir que prefieren cobrar en efectivo. Los carros no precisamente están limpios y en las mejores condiciones y su problema real ante la autoridad, no quieren identificarse y ofrecer la información que se les solicita.

Eso ha hecho que se detengan algunos carros Uber y tengan que pagar cuantiosas multas.

Se han dado al menos una docena de enfrentamientos entre taxistas y choferes Uber, si pides un servicio en el aeropuerto tienes que subirte fuera de la zona de seguridad del mismo y eso no gusta sobre todo cuando es muy noche.

Lo mejor, Uber hizo que muchos taxistas se pongan las pilas, han bajado precios y han mejorado el servicio, eso a como me lo digan es un beneficio para los hermosillenses.

Así que Uber tiene la última palabra, el servicio es importante y por supuesto que vale la pena, pero tiene que respetar las reglas de una autoridad y sobre todo respetar sus condiciones iniciales, para que a su vez respete a sus clientes, de no ser así Uber puede caer y podemos tener muy pronto a su competencia, que seguramente ella sí respetará esas reglas. Por esto podemos entender que el peor enemigo de Uber es Uber.

De ida

Algo sucedió, de repente los panistas de Sonora se dieron cuenta que estaban sudando calenturas ajenas. Me refiero a esas órdenes que desde la Ciudad de México envió Damián Zepeda para generar o intentar crear un escándalo en torno a la concesión del alumbrado público en la capital sonorense.

Solo fue un día, cuando se dieron cuenta que una regidora de su partido fue quien hizo posible que eso sucediera mejor optaron por buscar otro nuevo escándalo, ahora se espera que sea sobre los baches de la ciudad, pues sobre el incremento al agua no pueden, ese tema viene desde la época de Javier Gándara y por ahí tampoco se pueden meter.

De vuelta

Se lo dijimos, Guaymas mal y de malas, no les salen las cuentas para pagar el nefasto y pobre Carnaval de este año.

Fue lamentable lo que vivieron los habitantes de ese municipio, pues al concesionar el Carnaval a una empresa privada de nombre “Ajedrez” los resultados fueron patéticos.

Precios muy altos que no van de acuerdo a la crisis que se vive en ese lugar. Poco apoyo a los organizadores tradicionales y a los que conforman las comparsas.

El resultado, un lamentable Carnaval que contrastó con lo que se conocía de años anteriores.

Aserrín

Hace unos días les comente sobre 10 órdenes de aprehensión a ex funcionarios de lo que fue el Nuevo Sonora, ¡me equivoque! Son 12.

Victor Mendoza Lambert director de Megacanal Sonora.

Correo: [email protected]

Twitter: @VictorMendozaL

Facebook: Victor Mendoza Lambert