Elecciones 2024
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Resulta que el misógino, narcisista y sicópata que gobierna Estados Unidos, hizo una más de sus declaraciones que lo ponen en evidencia como machista. Dijo que en la actualidad, en su país, los hombres afrontan un ambiente que da “mucho miedo” por las acusaciones de acoso y abuso sexual. Como él es hombre —macho, varón, masculino, del verbo no me agacho porque hay peligro— deduzco que tiene mucho miedo.

El miedo del que don Donald, como hombre, es partícipe, surge en la desfasada cabeza del magnate metido a la política, por las acusaciones de acoso y abuso sexual que existen en contra de Brett Kavanaugh, el nominado por Trump para ser miembro de la Suprema Corte, considerado por los ciudadanos estadounidenses, según encuestas de varios medios de comunicación, como el personaje más impopular para ocupar el precitado cargo debido, en parte, a las cuatro acusaciones que tiene sobre acoso y abuso sexual y, en parte, por sus pronunciamientos contra la interrupción del embarazo y el seguro de salud. Además, Kavanaugh —le diremos Kakanaugh— ha manifestado que el presidente debería de ser inmune a demandas civiles contra él, como la reclamación que hizo en contra suya la actriz porno —mereactriz— Stormy Daniels.

Al preguntarle al hombre anaranjado de rubios y enmarañados cabellos si tenía algún comentario para las mujeres de su país, aseguró que a ellas les iba bien. Más aún dijo: “A las mujeres les va genial”. (Aquí confieso que leí muy rápido esa frase y en la primera leída creí que decía: “A las mujeres les vaginal”). Me pongo serio y pregunto: ¿En qué basa su aseveración? ¿Les va genial a las que buscan un empleo y para conseguirlo tienen que sucumbir ante los apetitos sexuales del supuesto “jefe”? No manche su alma, mister president.

Como prueba de que la demencia y el mal juicio son hereditarios, el hijo mayor de Trump, Donald jr., en una entrevista con el diario inglés Daily Mail, aseveró que está más preocupado por el futuro de sus hijos varones que por sus hijas, al considerar que podrían afrontar acusaciones falsas de abusos sexuales. Se necesita —como es el caso— tener más padre que madre —escasísima— para manifestar lo anterior. Yo le recomendaría a junior que, por un momento, piense a sus hijas en manos de un hombre como su padre que toma a las mujeres (lo digo con respeto para ellas) con los dedos como si éstas fueran bolas de boliche.

El Mandatario estadounidense, que ha sido señalado, cuando menos, por 16 mujeres de haberse pasado, sexualmente, de lanza expresó: “Para los hombres jóvenes en Estados Unidos este momento da mucho miedo —ni él ni Kavanaugh son jóvenes así que para qué la hace de tos— cuando puedes ser (declarado) culpable de algo de lo que quizá no eres culpable (…) Puedes ser alguien que ha sido perfecto toda su vida y alguien puede acusarte de algo, ni siquiera tiene por qué ser una mujer (puede ser un hombre con mucho miedo). Y te consideran culpable hasta que no demuestres lo contrario”.

La última frase de lo declarado por Trump los mexicanos, mujeres y hombres, la vivimos a diario. Todos somos culpables hasta que no demostremos nuestra inocencia y sin embargo, estamos tan acostumbrados a eso que ya no nos da miedo. No miedo, sino lo que le sigue: pánico, nos da ser vecinos de un país gobernado por un pinche loco como Donald Trump.

Hijo de papi

El pasado martes The New York Times publicó un reportaje producto de su equipo de investigación en el que pone en evidencia que Mary Anne MacLeod y Fred Trump, heredaron a sus hijos, Donald y sus cuatro hermanos y hermanas, una fortuna de más de mil millones de dólares. Lo heredado debió pagar de impuestos aproximadamente 550 millones de dólares según la tasa impositiva del 55% que en ese entonces se aplicaba a herencias y regalos. De ese dinero se calcula que a Donald le tocaron 413 millones de dólares debido a que él diseñó una estrategia basada en las empresas fachada y en la devaluación de los inmuebles con lo cual los Trump pagaron al fisco sólo el 5% de lo que les correspondía.

Esta forma de hacer trampa merece que en esta columna con menos influencia que las que van a tener los priistas a partir del primero de diciembre, proponga cambiar la vocal ‘u’ del apellido de Trump por la vocal ‘a’ de manera doble para que se llame Donald Tramp(a).

Con la investigación del New York Times se demuestra que Donaldo Trampa, no es como siempre ha querido aparentar un self-made-man (un hombre que se hizo a sí mismo). Si se hubiera hecho a sí mismo se hubiera puesto más pelo, ¿no creen?

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La comida tarda 7 segundos en pasar de la boca al estómago. Un cabello humano puede aguantar 3 kilogramos de peso. La longitud del pene es tres veces la longitud del dedo pulgar. El fémur es tan duro como el cemento. Empleamos 300 músculos para mantener el equilibrio. Las mujeres han leído todo este texto. Los hombres continúan mirándose el dedo pulgar.