Miedo y alivio son los sentimientos encontrados que deja la entrevista a Steve Bannon para el programa 60 Minutos, de CBS. Quien fuera el principal estratega de Trump durante la campaña y hasta hace poco en la Casa Blanca, detalló nítidamente la visión de la derecha populista que afloró en las elecciones. El nacionalismo excluyente, … Continued
Miedo y alivio son los sentimientos encontrados que deja la entrevista a Steve Bannon para el programa 60 Minutos, de CBS. Quien fuera el principal estratega de Trump durante la campaña y hasta hace poco en la Casa Blanca, detalló nítidamente la visión de la derecha populista que afloró en las elecciones. El nacionalismo excluyente, la obsesión por la seguridad y la apuesta por la manufactura local son, todos, temas que golpean a México.
Según Bannon, la receta para elevar la popularidad de Trump y acercarlo a la reelección incluye dos ingredientes básicos: la abolición del programa de los dreamers y la construcción del muro fronterizo. Por ello, alivia que Bannon ya no le hable al oído al presidente estadounidense, y que Trump y los demócratas hayan anunciado que buscarán una salida legal para los “soñadores”.
Pero no todas son buenas noticias. Millones de norteamericanos coinciden con Bannon e incluso convalidan los excesos de Trump. Hasta el mayor escándalo de su presidencia, la tibia respuesta a la violencia de los supremacistas blancos en Charlottesville fue bien valorada por muchos de esos ciudadanos. Entre los republicanos, Trump mantiene una popularidad de 80 por ciento.
Esto no sorprende si consideramos que el porcentaje de republicanos (88 por ciento) que apenas hace tres años manifestaba haber perdido la esperanza en el futuro se ha reducido casi a la mitad (46 por ciento) desde la llegada de Trump a la Casa Blanca. Si bien los datos recientes de crecimiento, inflación y empleo validan esa sensación, lo fundamental es el eco que el mensaje nacionalista y populista del presidente produce entre ese grupo.
Para alimentar esa esperanza, Trump necesita mantener un discurso y emprender acciones que lo pueden poner en ruta de colisión con México. A nuestro favor está la batalla que se libra, como advierte el propio Bannon, dentro del grupo del mandatario, donde también están quienes lo empujan a suavizar sus posiciones y a pactar con el establishment. Y esta pugna es la que explica tanto las inconsistencias de Trump como la postergación de un golpe contundente contra México.