Alguien “que no se dedica a la política”, dice Luis Alberto Villarreal, organizó la celada en que cayó una noche tropical de enero por creer que lo invitaban a “una fiesta particular”. Comieron “una especie de carne asada y después llegó la música, llegaron unas muchachas, y finalmente ahí está el video…”. Si el problema … Continued
Alguien “que no se dedica a la política”, dice Luis Alberto Villarreal, organizó la celada en que cayó una noche tropical de enero por creer que lo invitaban a “una fiesta particular”.
Comieron “una especie de carne asada y después llegó la música, llegaron unas muchachas, y finalmente ahí está el video…”.
Si el problema fuera de fe, habría o no que creerle pero, si se trata de saber quién pagó la reunión, lo menos que procede es que el ex coordinador de la bancada panista en San Lázaro, mediante una denuncia ministerial, aporte los datos precisos del anfitrión, porque no es difícil suponer que los gastos corrieron a cargo del erario.
En radio ayer, con Ciro Gómez Leyva, Villarreal hizo notar que las imágenes difundidas están tomadas por cuatro cámaras fijas desde cuatro ángulos y fueron editadas por “profesionales”.
Y quiere que se revisen los gastos de su gestión, con atención especial en ese viaje, para que “quede en toda claridad, con mayúsculas y negritas, que no se utilizaron recursos públicos…”.
Sin prueba en contrario, solamente se lo bailaron, pues.