El equipo de la doctora Sheinbaum tiene una gran oportunidad para de verdad revitalizar nuestra democracia, traer serenidad y diálogo a la vida política y dar certidumbre al clima de negocios. No la desperdicien
DIP. ALFONSO RAMÍREZ CUÉLLAR
VICECOORDINADOR DE MORENA:
+Si el fin justifica los medios,
¿qué justifica el fin?
León Trotsky
El día de ayer, en entrevista concedida a El Universal, usted hizo declaraciones sorprendentes; las califico así porque no acabo de ver su tendencia de fondo.
“Vamos a entrar,” dijo usted, “en una etapa de reconstrucción democrática de muchas políticas y de muchas instituciones”. Si tal afirmación implica que en la administración que hoy empieza ya no habrá expedientes clasificados de las obras gubernamentales por ser de “interés público” (whatever that means, diría mi abuela la gringa), pues qué bien. Ello reconstruiría la transparencia y la rendición de cuentas, tan vapuleadas por el lopezobradorismo y tan necesarias para una democracia.
Ahora que si por reconstrucción democrática usted entiende las consultas a mano alzada como ocurrió con el Tren Maya, como si se hubiera tratado de decidir los arreglos de una escuela, entonces ya estamos hablando de populismo y eso sí que es de preocuparse.
Pero como el segundo piso de la 4T apenas empieza, hemos de concederle el beneficio de la duda y, ya que habla usted de reconstrucción democrática, le comparto unos datos bien interesantes. Porque la verdad sea dicha, diputado Ramírez, esto de hablar de la democracia es muy jabonoso, sobre todo cuando algún grupo se considera el único representante verdadero de tal principio.
Bueno, pasemos a los datos. El Proyecto Varieties of Democracy (V-Dem) de Suecia “distingue entre cinco principios de alto nivel de la democracia: electoral, liberal, participativa, deliberativa e igualitaria, y recopila datos para medir estos principios”. Sus estudios han tomado datos desde hace 200 años; actualmente, cuatro mil 200 académicos miden 600 atributos, así que algo han de saber al respecto.
Según su Informe 2024, La democracia gana y pierde en las urnas, en 42 países hay una tendencia dominante hacia la autocratización en comparación con los niveles democráticos de hace 10 años. Los países que sufren esta tendencia tienen elecciones multipartidistas, pero las bases fundamentales de la democracia se ven vulneradas, como lo son la libertad de expresión y de asociación, así como comicios libres y justos. ¿Y qué cree, don Alfonso? Que México forma parte de estas naciones.
Los muchos atributos estudiados forman parte de cinco índices, los cuales me permitiré consignar, poniendo entre paréntesis cuántos lugares/puntos se ha movido México en relación con la medición de 2022.
Como democracia liberal, México ocupa el lugar 101 entre 179 naciones (-8) con 0.3 puntos donde 1.0 es la máxima calificación. En lo relativo a la democracia electoral, ocupó el lugar 82 (-10) con 0.53 puntos. Por lo que hace al componente liberal, prácticamente seguimos igual de mal, pues nuestro país se ubica en el sitio 116 (-1) con 0.48 puntos; en el componente liberal clasificó México en el sitio 129 (-3) con 0.45 puntos. En lo que sí mejoró el país fue en el componente participativo al ubicarse en el lugar 22 (+22) y en el deliberativo en el sitio 113 (+3).
¿A qué se deben los descensos? Citaré solo algunos: los esfuerzos censura disfrazada en los medios de comunicación, el hostigamiento a periodistas que todos vimos en las mañaneras; los agresiones a organizaciones de la sociedad civil como Mexicanos contra la Corrupción; los ataques al INE; la denostación de la oposición desde el púlpito presidencial; el uso de recursos públicos para favorecer a un partido; la militarización; y todas esas cosas que usted conoce bien.
El Informe se hizo antes de la aprobación de la reforma al Poder Judicial, pero aun así V-Dem ha colocado a México en una “zona gris”, lo cual significa que estamos por ingresar a las autocracia electoral si no se hace algo al respecto.
¿Lo harán, diputado Ramírez?
Lo pregunto, don Alfonso, por otra de sus declaraciones que sí resulta alarmante. Ayer dijo usted que “vamos a una nueva constitucionalidad, la nueva normalidad institucional de lo que es el segundo piso de la transformación, (…) quedará marcado en las reformas constitucionales y legales que vamos a hacer”.
¿Qué van a seguir obedeciendo el Plan C ordenado por López Obrador? ¿No les bastó con las reacciones internas y externas a la reforma al Poder Judicial? ¿A poco van a absorber al INE? ¿O van a quitar la autonomía del Banco de México y el INEGI? Como bien dijo Carlos Ayala Corao, expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “incluso las mayorías tienen límites”. Y las minorías no están mancas, aun cuando los partidos de oposición anden desdibujados.
El equipo de la doctora Sheinbaum tiene una gran oportunidad para de verdad revitalizar nuestra democracia, traer serenidad y diálogo a la vida política y dar certidumbre al clima de negocios.
No la desperdicien.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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