Minuto a Minuto

Internacional Exportadores en México tardan hasta ocho horas en cruzar a EE.UU. tras medidas de Trump
Estos protocolos fueron realizados exclusivamente en el carril de exportaciones por donde transita el transporte de carga pesada desde México
Internacional Trump reautoriza la perforación de petróleo y gas en 625 millones de acres federales
Trump reautorizó la perforación de petróleo y gas en 625 millones de acres federales pese a que Joe Biden las había vetado para tal fin
Nacional INE urge al Senado corregir errores en listas de candidatos
El INE señaló en un oficio dirigido al Senado que hay vacíos en la información necesaria para continuar con el proceso electoral del Poder Judicial
Nacional Confirma SSP de Sinaloa dos muertos tras enfrentamiento
Los servicios de emergencia atendieron a la persona herida y las autoridades aseguraron dos vehículos, así como armas y cargadores
Nacional Librería feminista acerca los textos escritos por mujeres a Puebla
La librería feminista busca acercar a la población textos escritos por mujeres, que representan el 25% de los textos publicados en el país

Escuché las sirenas en Insurgentes, leí unos tuits, me puse la chamarra y caminé a Ciudad Universitaria. Noche de sábado. Algo grave estaría ocurriendo por la cantidad de camionetas con policías que volaban rumbo a CU.

Sin embargo, los pequeños antros estaban concurridos y alegres. Pasé por un karaoke llamado Cotton Club, donde una veintena de adolescentes, la mayoría mujeres, cantaba a rienda suelta “busco algo que sacuda mi cabeza, y no encuentro nada, nada personal”. Poco más adelante, los policías fumaban y charlaban sin tensión de guerra, a pesar del impresionante número de camionetas, camiones y patrullas estacionados en las oscuras calles laterales.

Seguí caminando sin que nadie me alertara de algo. Al llegar al circuito de Filosofía y Letras, donde una hora antes encapuchados pirómanos lanzaron bombas molotov, un oficial muy profesional, muy sereno, que mandaba al centenar de granaderos a nuestras espaldas, me recomendó que me pusiera un casco, “no vayan a aventar petardos”.

Los granaderos se retiraron antes de las 11. Caminé Insurgentes de regreso. Unos 100 jóvenes vestidos para bailar hacían cola en el Curazao. Y no sé si eran los mismos, pero en el Cotton Club cantaban ahora “tus ropas caen lentamente, soy un espía, un espectador…”

Me cité con dos amigos que también venían de CU en un bar de Avenida de la Paz. Hicimos nuestras lecturas de lo visto. Coincidimos en que más allá del espectacular despliegue policiaco, o quizá por ello, no había pasado nada.

Nadie logró esa noche que a un problema lo siguiera otro problema, como maravillosamente publicó temprano ese sábado Xavier Velasco.