La 4T repite el esquema diseñado por Fidel Castro en 2007, para que Chávez salvara el populismo venezolano, tras perder el referéndum de reelección, abandonado por tres millones de fieles que no votaron
La actitud del régimen mexicano recuerda el mensaje del filme Zorba, el griego: “Ser absorbido hasta la ruina, por lo que uno está haciendo”. En un momento en que su deuda pública supera el 61% del valor monetario de lo que produce, decide gastar 10 billones de pesos para regalar dinero en 2025.
Además, impulsa con dinero prestado un sistema autocrático y sin división de poderes, en el peor momento geopolítico imaginado: cuando en su espíritu santo ideológico (el castrochavismo de La Habana y Caracas) ese sistema ya dio de sí, y está en la quiebra social, política y económica.
El presupuesto de Claudia Sheinbaum, en su primer año de mandato, será de 10 billones de pesos para programas sociales de compra de votos: una desmesura, si se sabe que López Obrador endeudó México por años, con su último presupuesto: nueve billones de pesos.
La 4T repite el esquema diseñado por Fidel Castro en 2007, para que Chávez salvara el populismo venezolano, tras perder el referéndum de reelección, abandonado por tres millones de fieles que no votaron. Castro rescató a su refaccionador con el programa Barrio Adentro.
Barrio Adentro (copiado por Sheinbaum en la CDMX con el mismo nombre, y repetido por Brugada como Utopías) fue una estrategia política, electoral, ideológica y de control social, traducida en miles de millones de dólares de dinero regalado a los electores, que volvieron a votar por Chávez.
Chávez pudo, porque durante su gobierno, el barril de petróleo costaba más de 100 dólares. Cuando bajó el precio, Barrio Adentro destruyó a Venezuela: casi 10 millones que dejaron de beneficiarse emigraron, y Venezuela tiene hoy el segundo mayor nivel de pobreza del mundo, después de Zimbabue.
De 2007-16, Barrio Adentro gastó 34 mil millones de dólares en comprar el voto. Cuando acabó el dinero, la tercera parte de los venezolanos emigró: muchos piden hoy limosna en la CDMX a los mexicanos que viven en el espejismo del dinero regalado por el gobierno, que ellos ya vivieron. La historia no yerra.
Mientras, aquí, el gobierno hace una francachela de locos con el PIB, que es lo que mide el valor monetario de los bienes y servicios que produce el país. Por ejemplo, gastará 13 mil millones en la fraudulenta elección de supuestos jueces en 2025.
Y desembolsará 19 mil 630 millones por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, por López Obrador, aunque estaba construido en un 30 por ciento, en su mayoría por empresas mexicanas. Su cancelación fue considerada por Financial Timescomo “la peor estupidez de un presidente en la historia económica”.
Una “estupidez” de López Obrador, que tiene que pagar Sheinbaum.
Con dinero prestado, y el T-MEC en vías de extinción.
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