Tan bien se entienden, que el presidente de México mantiene al gobernante designado cubano con carretadas de dólares, a través de convenios comerciales sacados de la manga
El propio presidente se encarga de demostrar que es mentira que Cuba esté bloqueada, como él mismo denuncia: en una semana, Cuba le vendió nueve millones de vacunas y 200 mil toneladas de piedra para el Tren Maya; y le cobró 11 mil dólares por cada uno de los 500 médicos que tiene aquí.
En realidad, el único bloqueo que existe en Cuba es la prohibición de reunión, de expresión, de comercio individual y cancelación de derechos humanos que provocó que, en los últimos 11 meses, huyera a Estados Unidos un cuarto de millón de ciudadanos, la inmensa mayoría jóvenes, que el régimen llama “el hombre nuevo”.
De hecho, tanto el gobernante designado cubano y el presidente de México se expresan con el mismo rencor contra quienes no dependen totalmente de sus dádivas: el cubano de quienes reciben dólares de quienes se escapan a Estados Unidos; y el mexicano de la clase media, que llama “aspiracionista y egoísta”.
Dice el gobernante designado cubano: “Los cubanos flaquean en su lealtad al gobierno socialista, pero es debido a la corrupción y la desidia de ciertas capas intermedias que pescan en el río revuelto de las dificultades”.
Dice el presidente de México: “Las personas que vienen de abajo y llegan a las capas medias se vuelven ladinos, de la noche a la mañana, son racistas, clasistas, egoístas, aspiracionistas; sólo piensan en llegar a la universidad y en ir a estudiar al extranjero”.
Tan bien se entienden, que el presidente de México mantiene al gobernante designado cubano con carretadas de dólares, a través de convenios comerciales sacados de la manga, pues los 500 médicos que están en México nadie los ha visto; las vacunas contra el COVID no han sido aprobadas por la OMS y aquí sobra la piedra.
Veamos:
El gobierno mexicano le paga al gobierno cubano 10 mil 700 dólares mensuales por cada uno de los 500 médicos que tiene contratados, pero éstos reciben solamente 220 dólares, y sólo al regresar a la isla, lo cual viola el artículo 23.3 (Derechos Laborales) del T-MEC, que prohíbe el trabajo forzoso u obligatorio.
El gobierno mexicano compró de nueve millones de dosis de la vacuna cubana Abdala para inmunizar contra el COVID, pero se trata de un placebo: Cuba se niega a que a que sea revisada por instancias independientes externas, como Pzifer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca, Janssen, Sinovac y Novavax.
El gobierno mexicano compra a Cuba 200 mil toneladas mensuales de piedra tipo “rajón” para la construcción del Tren Maya, aunque ese tipo de piedra es común en México. Se trata de una ingeniería financiera diseñada en México para refaccionar al arruinado gobierno cubano.
Y que demuestra que el “bloqueo” es un cuento.
Minuto a minuto
