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Con una doctora y científica en la presidencia, la CNTE es un anacronismo en el sistema educativo de México. La modernidad que reviste la formación académica de Sheinbaum es ajena a ese grupo de vándalos, que frena la educación de los niños más pobres del país.

Desde su creación en 1979, los supuestos maestros de la CNTE jamás impartieron un curso escolar completo en Chiapas, Oaxaca y Michoacán, los estados con mayor concentración de menores que no terminan la escuela, y donde el 30 por ciento no va a clases.

Sin embargo, ayer el presidente saliente dijo que la CNTE “dio la cara” por la educación pública en México. Pero eso es mentira, porque ni siquiera se sabe si los maestros de la CNTE son maestros, porque se niegan a ser evaluados como maestros.

Un ejemplo aterrador es que el centro de operaciones de la CNTE, Oaxaca, necesitaría 33 años para equiparar su nivel educativo al de la CDMX, donde gobernó Sheinbaum cinco años. Por eso, Oaxaca es el segundo productor de migrantes, detrás de Chiapas.

Pero la CNTE no sólo un anacronismo en la presidencia de una académica universitaria como Sheinbaum: es también un alacrán en la bolsa para una gobernante que ganó con 36 millones de votos y no tendría que hacer concesiones a nadie.

Sin embargo, es la CNTE y no el Poder Ejecutivo la que decide, desde 2018, quién dirige la SEP. Lo demostró la semana pasada, cuando avisó en el órgano oficioso del grupo político en el poder que “no se vaya a estar pensando en él para dirigir la educación en el país”.

El recadito se refería a “un hombre que coordinó con Claudio X. González la aprobación de la reforma educativa de Peña Nieto en el Senado”. Y, al día siguiente, volvió con una advertencia al “hombre”, a través de la misma vía de mensajería:

No se enojen ni busquen culpables. Les estamos haciendo un favor al advertirles que lo pueden dejar encerrado en un cuarto, como ya sucedió hace un mes”.

De miedo. Sí, de miedo: pero en esas manos está la SEP, porque el gobierno saliente hizo una reforma constitucional que entregó a la CNTE la asignación de las plazas y el ingreso, promoción y la permanencia de los maestros en el sistema  educativo.

La CNTE también otorga las plazas en automático para egresados de las normales, Universidad Pedagógica Nacional y Centros de Actualización, y decide quiénes ocupan las plazas y los cambios de escuelas de los profesores.

Eso es la CNTE: una mafia que amenaza al Poder Ejecutivo desde 1979, pero que desde 2018 lo hace con anuencia del Poder Ejecutivo.

Y quiere retener la SEP, como botín.