Elecciones 2024
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Coinciden economistas del país que la recesión está cerca de México y de buena parte del mundo.

No se sabe cuando, pero la amenaza está presente y la economía nacional y mundial está en serios problemas.

Los cambios y avances tecnológicos dejarán sin trabajo a miles y miles de empleados que hoy día ofrecen una mano de obra calificada.

La inestabilidad política de las grandes potencias aunado a sus deudas será parte del escenario, y si le sumamos la desaceleración económica de los Estados Unidos estamos viendo la formula perfecta para esa recesión mundial.

Lo anterior lo expongo como parte de esa mezcla de factores que pondrán a México de cabeza, por supuesto, tenemos que sumarle el escenario político y social que inicia, vemos a un gobierno enfocado a la generosidad y combate a la pobreza, vemos como los presupuestos apuntan hacia las clases más desprotegidas y que se supone serán apoyadas directamente con recursos por el nuevo gobierno de AMLO, eso es bueno, pero no suficiente para darle estabilidad al país.

No se ve promoción económica, no se alcanzan a distinguir los históricos apoyos al campo, a la ganadería, a la industria, no se ve por ningún presupuesto que organizaciones establecidas reciban algún apoyo. ¡No! Todo indica que el dinero será otorgado única y exclusivamente a las clases sociales más bajas, los impuestos de quienes aportan no tendrá un destino claro en cuanto a desarrollo se refiere, será regalado para un beneficio inmediato y por supuesto para un beneficio electoral cuando sea el momento.

Es por ello, que la política económica de Andrés Manuel López no convence, no se le ve rumbo y no se aprecia capacidad y mucho menos orden.

Quizá el primer año y a lo más el segundo podrá otorgar esos apoyos sociales, después no existirá dinero, y todo por una sencilla razón, el nuevo gobierno le está apostando solamente a dar y no a producir, no invierte y no genera riqueza.

Este ejercicio económico de poder, ya lo hemos visto en México, fue en los años setentas cuando Luis Echeverría y José López Portillo llevaron a cabo una política social muy intensa, pero en aquellos años había una gran diferencia llamada “petróleo” sí, México vendía y vendía bien el energético y esos ingresos permitían llevar a cabo aquella política social, la cual a los años fue severamente cuestionada pues México no crecía.

Hoy todo apunta a esa época, no se ve nada nuevo ni diferente, quizá las nuevas generaciones lo desconozcan, pero la historia es fría y es puntual.

Por todo lo anterior es que nuestro país se encuentra en una encrucijada, pues tenemos un gobierno que prometió lo que no existe y buscará dar lo que no se tiene. Todo ello se convierte en esa mezcla perfecta para llevar a un país a una bancarrota, algo que se veía venir pero no tan rápido.

¿Qué sigue? Esa es una buena pregunta, eso nadie lo sabe, lo que sí se puede identificar que no es nada bueno, el nuevo poder está enfrentando y está generando una brecha entre clases sociales que al final del día la brecha solamente se ampliara y no se resolverá ninguno de los problemas, no al menos a corto plazo.

De ida

Quien tendrá que sentarse con especialistas a identificar los problemas de imagen pública es Andrés Manuel López Obrador.

Algo está sucediendo que las mismísimas redes sociales, las que él les dice “las benditas redes” lo están desmoronando apenas al primer mes de gobierno y lo están despedazando cuando ni siquiera ha comenzado a ejercer el auténtico poder.

Lo vimos con la tragedia de la gobernadora de Puebla, fue cuestionado como si tuviera alguna culpa y no supo defenderse, por el contrario, solo atacó y ello lo llevó a una esquina del ring todo vapuleado. Por más que sus seguidores intentaron cobijarlo fue inútil, pues ese tema lo padecerá el resto de su gobierno.

Así que más vale que se pongan a pensar como hombres en el poder y no como una gritona oposición.

De vuelta

Es posible que los tabasqueños y campechanos estén muy felices, pero no sucede lo mismo con los sonorenses, ni regios.

No se alcanza a entender que el presupuesto de la federación sea tan desequilibrado, no se sabe por qué a Tabasco le darán 120 mil millones de pesos y a Sonora ni siquiera los 2 500 millones para aplicarlo en desarrollo.

Es por ello que valdría la pena exponerle al Presidente hacer el tren Yaqui o el tren Mayo para ver si voltea al norte del país, no se puede entender que abandonen de esa forma a estados que somos productivos y que se requiere de apoyos directos a las zonas de desarrollo.

Es un hecho, Sonora no está en ánimo de López Obrador o de quienes hicieron el presupuesto, lamentable que los legisladores sonorenses ni se vean ni se escuchen.

Aserrín

No quiero dejar pasar en este espacio desearles lo mejor en el año que está por iniciar. En efecto, no será fácil, pero la verdad la meritita verdad que nunca ha sido fácil nada, así que a seguir trabajando duro y a buscar la felicidad.

Victor Mendoza Lambert director de Grupo Entre Todos.

Twitter: @VictorMendozaL