Elecciones 2024
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Tenemos confundidas las prioridades y lo más elemental, se nos dice una cosa, pero hacen otra y los números no cuadran con las cifras que se presentan mediáticamente frente a los contagios, las muertes y los peligros más cercanos a los que nos enfrentamos en nuestro día a día.

La vida sigue tornándose extraña y poco usual, lo que era cotidiano queda representado en un recuerdo y un suspiro, porque a lo que hoy nos enfrentamos es distinto y lioso de entender.

Otra vez nos llegó el miedo, de nueva cuenta estamos con el temor del contagio y la cercanía a la muerte, justo cuando apenas nos convencíamos de que salir de vacaciones era una buena opción.

Salir a la playa, por ejemplo, porque el mar es un bien necesario y un escaparate para que la mente se refresque y la vitamina D nos llene de energía después de pasar tanto tiempo encerrados en casa.

Algunos cuantos pudimos hacerlo un poco antes de que los contagios fueran a la alza, y con todo y los debidos cuidados como el utilizar el cubre bocas en las áreas abiertas de los hoteles, no subirse al elevador si iban otras personas, elegir los camastros lejos de otras familias y lo más interesante, en mi experiencia, fue que cuando entrábamos a la alberca, en verdad se respetaba la sana distancia.

Cada familia que entraba, se apropiaba de un espacio, entonces no convivíamos y como de manera sistemática cuando alguien nadaba hacia el centro, el otro se movía para dar espacio. Honestamente eso me pareció fascinante y sumamente divertido que sí pudiéramos actuar de manera cuidadosa.

En Oaxaca, siete municipios han cerrado sus playas, bahías y han terminado por suspender los servicios turísticos y de hospedaje por el alto número de contagios en los últimos días, así que por lo menos hasta el 31 de agosto los balnearios, albercas y clubes de playa estarán cerrados.

En Cancún, Los Cabos, Puerto Vallarta Mazatlán y en Acapulco se decidió por cerrar bares, discotecas y el aforo a restaurantes es mínimo, sin embargo se mantiene la apertura a las playas.

La foto de hoy captada por el fotoperiodista David Guzmán de la Agencia EFE, nos da una postal singular para un país que se enfrenta ante los más altos índices de violencia pero que decide colocar a miembros de la Guardia Nacional bajo el sol directo de la playa para custodiar una playa pública de Acapulco.

Dos hombres armados y listos para el ataque ¿a qué o a quién? ¿A quien no porte el cubre bocas? ¿A quien no cumpla con la sana distancia? ¿A quien no se lave las manos o se coloque gel antibacterial cada 3 minutos?

Una imagen que pareciera colocarnos más en estado de guerra, que en uno que demanda cierres de espacios de convivencia para limitar los contagios de Covid19.

Claro está que Acapulco volvió a un semáforo rojo de violencia con la liberación de líderes de cárteles y por la disputa de territorios entre criminales.

Tenemos a la Guardia Nacional en las playas y no protegiendo a los más vulnerables en las zonas más peligrosas, porque es más fácil que se agrupen los ciudadanos y se conviertan en autodefensas o bien que haya muertos, mujeres violentadas, secuestros y extorsiones.

Miembros del antiguo Ejército están en las calles mal distribuidos, colocados sin ningún tipo de estrategia que en verdad salvaguarde la integridad de las y los mexicanos. Las carreteras han vuelto a ser peligrosas, los secuestros y desapariciones de familias enteras continúan en aumento, el actual peligro en el que se encuentra Azucena Uresti por las amenazas del Cártel Jalisco.

Esta foto nos da el ápice de que la estrategia no es la correcta, y de eso creo que ni usted ni yo, tenemos duda.

Sigamos cuidándonos en todos los sentidos, en el de la sana distancia, en usar el cubre bocas, en salir a la calle en lo necesario y a protegerse de la delincuencia y del crimen organizado.

¿Qué vigilan? - 078049be8bd827c01208a02055a1b552eeab2268w
Foto: David Guzmán /EFE