A los pendientes hay que agregar la educación, la infraestructura, reparar la imagen de México en el mundo, más los que se acumulen está semana y los que se encuentren ocultos en el cajón
Las urnas hablaron y el resultado fue aplastante, dos a uno, Claudia ganó y será la primera presidenta de México.
¿Fue la mejor opción? ¿Será buena presidenta? Yo creo que no. Permítame explicarle, antes de que levante la ceja, si votó por Claudia, o que salte de alegría si apoyó a Xóchitl, porque también pienso que la candidata opositora no hubiera sido, de entrada, la mejor opción.
Los resultados de una elección son consecuencia, sí de proyectos, pero también de estrategias de marketing y negociaciones políticas. Ahora le toca a Claudia y, a quienes triunfaron, legitimarse con su trabajo y así demostrar a la ciudadanía que fueron la mejor opción y que no se equivocó al cruzar su nombre en la boleta.
A Claudia se le viene un gran trabajo, reconciliar al país, escuchar a quienes no piensan como ella y su grupo. Los problemas del país no pueden ser enfrentados con ideología, sino con trabajo
La inseguridad no se puede arreglar con abrazos, hay que aplicar la ley y reconstruir el tejido social.
La salud es otro problema que no admite demora. Hay que modernizar hospitales, surtir de medicamentos a toda la red y capacitar al personal.
A los pendientes hay que agregar la educación, la infraestructura, reparar la imagen de México en el mundo, más los que se acumulen está semana y los que se encuentren ocultos en el cajón.
Pero el principal problema al que se enfrentará Claudia en su encargo es ser Claudia. Debe mandar a López Obrador a su rancho y tomar decisiones propias desde un principio, YA ES PRESIDENTA.
Ante todo, Claudia Sheinbaum debe recordar que es la presidenta de 130 millones de mexicanos, no sólo de quienes votaron por ella.
EN EL TINTERO
-Luego de la aplastante victoria de Claudia Sheinbaum seguramente habrá un replanteamiento del sistema de partidos en general, quizás en los próximos meses o años.
-La pregunta que flota en el aire es: ¿Qué sucederá con Xóchitl? En los próximos meses veo a Gàlvez en su faceta de empresaria y activista social.
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