El 21 de febrero del 2011, en estas páginas escribí: “¿Cual es el principal problema del país?”, en donde advertía de la creciente polarización en nuestro país con argumentos como: “Estamos siendo derrotados por nuestros problemas simplemente por la falta de unidad”, “mientras no nos demos cuenta de que la polarización nos está destruyendo seguiremos … Continued
El 21 de febrero del 2011, en estas páginas escribí: “¿Cual es el principal problema del país?”, en donde advertía de la creciente polarización en nuestro país con argumentos como: “Estamos siendo derrotados por nuestros problemas simplemente por la falta de unidad”, “mientras no nos demos cuenta de que la polarización nos está destruyendo seguiremos alimentándola” o “¿no se dónde terminará esta polarización?…viejas tácticas:… calumnia, disfraza tus acciones de un sentimiento patriótico, convence de que deben odiar y defender su odio”. Pues todos esos argumentos los sigo firmando casi cuatro años después. El caso de los jóvenes secuestrados en Iguala (ahora sabemos que probablemente fueron asesinados por un grupo criminal ligado a gobiernos municipales del estado de Guerrero) ha incrementado esa polarización y generado lo que el mismo gobierno ha reconocido como el peor momento en lo que va del sexenio. Voy a tratar de describir a los grupos que se han formado en esta polarización.
1.- Existe un grupo que no está de acuerdo con NADA que haga el gobierno, no importa lo que diga o lo que muestre, su posición es totalmente crítica y utilizan cualquier argumento para culpar o ridiculizar al presidente; se alimentan de consignas y defienden todas las causas que sean contrarias al gobierno, si hay un desastre ecológico, un secuestro, un accidente, una baja en la recaudación, un aumento del desempleo, un acto criminal o simplemente una pifia en la comunicación de gobierno aprovechan para atacar, generar hashtags en las redes y pedir la renuncia del Ejecutivo. Este grupo nunca aplaudirá nada que se haga aunque sea correcto, si se anuncia una mala noticia mal y si se anuncia una buena dirán que no basta o que es engaño. En este grupo, algunos justifican y otros hasta aplauden el vandalismo contra instalaciones públicas o privadas. Aquí conviven simpatizantes de partidos opositores al presidente o radicales opositores a todos los partidos.
2.- Hay otro grupo que podría definirse totalmente al revés, aplauden TODO lo que hace el gobierno, sus actos, sus reformas, sus discursos, la evolución de las variables económicas, las cifras alegres sobre inseguridad en algunas regiones, etcétera; los errores los minimizan y no están dispuestos a criticar nunca; les disgustan las manifestaciones y acusan de alborotadores a cualquiera que salga a una marcha o firme un desplegado que critique acciones de gobierno. En este grupo también hay intolerantes que consideran enemigos a cualquiera que piensa distinto.
3.- Un tercer grupo está formado por miembros y ciudadanos simpatizantes de las llamadas “organizaciones de la sociedad civil”, que tradicionalmente han defendido causas presionando al gobierno y avanzando poco a poco en sus agendas; así, hay grupos que pugnan por los derechos humanos, por la seguridad, por la igualdad de género, por la transparencia, por el combate a la trata y así muchas luchas ciudadanas. A estos grupos, como a todos, les tomó desprevenidos la reacción ante la tragedia de Iguala; no aplauden al gobierno pero entienden la irracionalidad de culparlo de todo lo que pasa y buscan desglosar el problema, entienden que sea cual sea la solución tiene que pasar por la ley y empujan leyes que permitan los cambios; no concuerdan con el primer grupo, pero coinciden en exigir justicia y transparencia en el caso criminal de Iguala; ahí se están generando ideas, ahí se están planteando soluciones, este grupo jugará un papel muy importante en la solución, porque pugna por las instituciones y si algo los define es su tolerancia, conviven en ellos simpatizantes de todos los partidos y corrientes de pensamiento.
4.- Por último, el grupo más numeroso, el más apetecible para todos, al que todos quieren seducir, es el de los ciudadanos preocupados por sus problemas diarios (que no lo asalten, no perder el trabajo o conseguir uno, su salud o la de su familia, la educación de sus hijos o simplemente no le importa otra cosa que su vida, sus vacaciones, aficiones). A este grupo es al que todos llaman por apoyo, el primer grupo con gritos como “despierta”, y el segundo con anuncios de que “vamos bien”; en realidad ninguno tiene éxito porque a ninguno le creen totalmente, por un lado llama revoltosos a los primeros y por el otro llama corruptos a quienes defienden al gobierno.
Pues les tengo una noticia que tal vez no les guste a ninguno de ellos, TODOS SOMOS IGUALES, no importa cómo pensemos, que votemos o no, que vivamos en la capital o en otro estado, a todos nos afecta la mala situación económica, todos tememos ser víctimas de la inseguridad, a todos nos gusta estar con amigos, a la mayoría nos gusta algún deporte y apoyamos a un equipo, pero más importante: todos vivimos en el mismo país, si la economía va bien la posibilidad de que haya menos pobres y más bienestar crece, si la economía va mal habrá crecimiento de la pobreza; si la inseguridad baja las inversiones subirán y mejorará la economía y a todos nos convendrá, pero si la inseguridad sube nos afectará en todo; hay muchas cosas que nos unen y creo que todos queremos lo mismo: UN MEJOR GOBIERNO, más comprometido, más eficiente, menos corrupción, etcétera. Creo que, salvo algún caso raro, todos firmarían ese deseo, en lo que difieren es en la forma, pero eso no nos hace distintos. ¿Hasta dónde queremos llevar esta polarización? es pregunta importante; ¿hasta dónde queremos enemistarnos con nuestros iguales? Habrá interesados en crecer el odio pero debemos ser más los que no lo queremos.
Simpatizo, imposible no hacerlo como padre, con los familiares de los jóvenes desaparecidos y coincido con ellos en considerarlos vivos mientras no haya pruebas de otra cosa, no basta la declaración de unos sicarios, tienen los padres toda la razón en seguir con la esperanza y para ellos va mi sentimiento de cariño. Y la exigencia de justicia la firmo al igual que en el caso de la guardería ABC y de muchos casos pendientes.
Toda guerra la gana el que tiene las armas, todo cambio lo logra el que tiene las ideas.