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SONRISAS.- La crisis por el coronavirus nos ha obsequiado, a lo largo de marzo, abril, mayo y lo que llevamos de junio, estampas verdaderamente inauditas e indignantes. Las principales quizá sean las que han tenido que sufrir en carne propia todos aquellos que integran el ejército de aquellos que integran el pelotón que día a día lucha en las trincheras reales de la guerra epidemiológica, los que están en la primera línea del frente de batalla: El personal médico. A diario, médicos, enfermeras, camilleros, residentes, choferes de ambulancias, laboratoristas, personal de vigilancia y administrativo de clínicas y hospitales han padecido todo tipo de humillaciones, desprecios, insultos y agresiones tanto de la ciudadanía como de la autoridad gubernamental. Sin embargo, pese a la adversidad, a las carencias y a los oídos sordos de quienes deberían asumir la responsabilidad de dotarlos de insumos, equipamiento, material e instrumental para que sus vidas no corran peligro alguno, no se amilanan y ahí los tenemos, estoicos y valientes, haciendo válida la inconmensurable premisa de Hipócrates. *** Por eso, indigna que la comunidad médica mexicana ahora también tenga que lidiar con la presencia de un grupo de 765 médicos y enfermeras cubanos que a un costo de 6.2 millones de dólares (pagados por los contribuyentes) reciben un trato preferencial (hospedaje de primera, equipo e instrumental de primer nivel, alimentación VIP, etcétera) y salarios infinitamente superiores a los que perciben los mexicanos. Así que se entiende y se justifica que colegios, asociaciones, federaciones y agrupaciones de médicos especialistas hayan levantado la voz para reclamarle al Presidente Andrés López Obrador por la contratación irregular de sus homólogos isleños, pues en México todos los médicos generales y especialistas cuentan con documentos certificados para ejercer su profesión, normatividad que queda vulnerada por permitir la entrada de personal médico que carece de dicha certificación. *** Obvio, como era de esperarse, el que salió en defensa de los cubanos (quienes alargarían su estadía en nuestro país más allá del 31 de junio, fecha en la que supuestamente deberían regresar a Cuba) es el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, quien aseguró que la presencia de los especialistas extranjeros no representa una amenaza laboral para los médicos mexicanos, lo cual es parcialmente asertivo, porque con 6.2 millones de dólares se podría contratar a muchos médicos mexicanos y dotarlos de más y mejor equipamiento. Pero, bueno, ¿qué podríamos esperar de un funcionario (que a estas alturas ya es más político que científico) totalmente aferrado a su dogma y quien se atreve a desestimar, menospreciar e ignorar los conceptos de un Premio Nobel de Química, como lo es el profesor José Mario Molina Pasquel y Henríquez, quien recomendó el uso obligatorio del cubrebocas para inhibir la propagación del COVID19? Sí, el señor López-Gatell celebró la recomendación del prestigioso científico mexicano, pero en pocas palabras siguió montado en su macho y dijo “no” al uso de éste.

RISAS.- El que, de plano, hizo un ridículo monumental fue el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, quien autoerigiéndose como una figura de autoridad moral inconmensurable se atrevió a tachar de “separatistas” y “golpistas” a sus homólogos aglutinados en la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) sólo por la postura crítica de estos hacia la estrategia federal en contra del coronavirus. Según el veracruzano, la intención de los mandatarios panistas es clara: golpear al Gobierno Federal, por lo que los conminó a serenarse. Ojalá pronto el mandatario veracruzano deje de ver la paja en el ojo ajeno y se ocupe de la viga que tiene atravesada en el propio, pues ayer los numerosos reclamos que le hicieron los jarochos al Presidente Andrés López Obrador en su visita por aquella entidad no son precisamente por el excelente trabajo que está haciendo como gobernador, ¿o sí?

CARCAJADAS.- Pese a que hace cinco días dio a conocer su contagio (asintomático) por COVID19, Gabriel O’Shea Cuevas, titular de la Secretaría de Salud del Estado de México, ha estado muy al pendiente de lo que ocurre con coronavirus en territorio mexiquense, por lo que dio a conocer que en el Edomex se tienen cifras de que 12 mil 059 personas se recuperaron de esta enfermedad, por lo que ya recibieron su alta sanitaria; además, el funcionario informó que al cierre de esta colaboración se reportan 23 mil 726 casos positivos, por lo que la instrucción del gobernador Alfredo del Mazo Maza es continuar con las medidas preventivas para ayudar a mitigar la pandemia. De igual forma, precisó que 5 mil 579 personas aún permanecen en aislamiento domiciliario y vigilancia epidemiológica; mil 699 son atendidos en hospitales del estado, mil 510 en nosocomios de otras entidades y al momento se ha registrado el deceso de 2 mil 005 personas en diversos municipios y 874 más allá de las fronteras estatales. Por lo anterior, las autoridades del Estado de México siguen enfatizando que la medida más efectiva para evitar adquirir esta enfermedad es que las personas se mantengan en casa y reiteraron que la entidad aún se encuentra en semáforo rojo de riesgo, por ello es fundamental la participación de la sociedad.

EL CHISTE QUE SE CUENTA SOLO.- En serio que Ricardo Salinas Pliego, mandamás del Grupo Elektra, ya ni la burla perdona. Ayer se avienta toda una perorata en contra del “maldito virus” (refiriéndose al COVID19), en la que acusó al Sector Salud de sembrar pánico y miedo entre la población y también de querer imponer una visión autoritaria, cuando lo único que le importa es que la gente pueda regresar a las calles, más en específico que regrese a sus cientos de tiendas para seguirse endrogando con sus “abonos chiquitos”. ¡Ay, Ricardo!

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