Minuto a Minuto

Economía y Finanzas Quintana Roo registra récord de 771 operaciones aéreas en un solo día
La gobernadora de Quintana Roo destacó que este logro consolida al Caribe Mexicano como el gigante turístico del país y del mundo durante el cierre de año
Internacional El papa León XIV envió tres camiones con ayuda humanitaria a Ucrania
El papa León XIV envió a Ucrania tres camiones con alimentos, los cuales al mezclarse con agua se convierten en sopas energéticas de pollo y verduras
Internacional Zelenski se reunirá en Canadá con Mark Carney antes de su encuentro con Donald Trump
La Oficina del Primer Ministro de Canadá confirmó este sábado que Carney y Zelenski se reunirán en Halifax, en la costa atlántica canadiense
Internacional Al menos 15 personas muren en accidente de autobús en el oeste de Guatemala
El autobús se precipitó a un barranco de al menos 50 metros de profundidad bajo circunstancias que las autoridades de Guatemala
Internacional Ucrania inicia preparativos para elecciones de cara a la reunión de Zelenski y Trump
Zelenski afirmó que Ucrania podría realizar elecciones y un referéndum al mismo tiempo sobre un plan acordado con Estados Unidos

No hay nada que discutir en la preocupación por el fentanilo que domina en estos días la visión estadunidense sobre el narcotráfico mexicano.

Como antes con la cocaína y con las metanfetaminas, los narcotraficantes de este lado de la frontera han dado el salto al fentanilo, una droga más fácil de obtener, de producir, de transportar y de vender, más adictiva y más barata, al tiempo que más rentable en el mercado, y más mortífera.

Los cárteles mexicanos han encontrado la forma de obtener en el mercado mundial, no sólo en China, precursores y pre-precursores del fentanilo.

Han montado laboratorios capaces de producirlo, y han encontrado para la nueva droga un mercado que aterra, con razón, a las autoridades estadunidenses, pues siembra una adicción más rápida entre los consumidores, y deja una mayor cantidad de muertes a su paso.

La presión de Washington es para que México actúe contra las redes del fentanilo, bajo el mismo supuesto de siempre: que el problema de las drogas de allá se arregla reprimiendo la oferta que viene de fuera, principalmente de México.

No hay nada que matizar en la alarma estadunidense por el giro del consumo y del tráfico hacia el fentanilo.

Quien quiera medir su peligro puede leer el informe sobre el mercado de metanfetaminas y fentanilo hecho por Insight Crime (Mayo 2020).

Se calcula ahí que los cárteles mexicanos producen al año entre 3 y 4.5 toneladas de fentanilo puro.

Parecen cifras modestas frente a las 100 toneladas de cocaína que se trafican cada año. Son cifras gigantescas cuando se piensa en la potencia del fentanilo.

Si no muere por una sobredosis, el “usuario regular de fentanilo”, dice Insight Crime, “necesita 4 o 5 gramos al año, equivalente a un sobre de azúcar”.

Por eso el fentanilo es la nueva hidra que desvela a los agentes antinarcóticos de EU. Washington quiere que México ayude a matarla. Tiene razón.

Pero el problema que azota a México no es la hidra del fentanilo, sino la captura de su sociedad por el crimen.

Dentro de la espeluznante realidad criminal de nuestro país, el fentanilo es sólo una raya del tigre.