El valor de una mujer, y en general de todo ser humano, radica en su trabajo diario, en el respeto que muestra a los demás
Creo que la lucha que muchas mujeres están dando por conseguir un piso parejo para su desarrollo personal y profesional se ve minada, ya que en muchas ocasiones son las mismas mujeres las que se “meten el pie”, como si fueran enemigas de sí mismas. Permítanme explicar el motivo de lo dicho anteriormente.
Hace unos días asistí, en el pueblo de donde es originaria mi familia, a una comida con la que uno de mis primos festejó 45 años de matrimonio. Ya en la sobremesa, alguien preguntó a una de las presentes por su hermano, que, aunque estaba invitado, no asistió.
Otro de los participantes en la plática contestó: ¡Debe estar ayudando a hacer el corte de caja en la plaza! Vi su camioneta en la tienda de Reina. Reina es una joven viuda (45 años), con la que el hermano de la asistente a la comida tiene una relación de pareja.
Otro de los participantes en la sobremesa intervino:
“Pues a mi me gustan las pedidas de mano, a las que me invitan voy. Incluso yo he pedido la mano de las novias de algunos de mis ahijados. Si se da, me invitan…”
En este punto la hermana del aludido intervino con un comentario, desde mi punto de vista, poco afortunado:
“¿QUÉ VA A PEDIR? YA AGARRÓ LO QUE QUISO AGARRAR… ADEMÁS YA ESTÁ TODO MUY AGARRADA”.
Luego del comentario se hizo un silencio incómodo y acto seguido se cambió el tema.
Con 16 palabras, esta mujer, profesora (retirada) de educación primaria, pretendió devaluar a la pareja de su hermano. Al escucharla pensé: Qué le importa, le toca a su hermano José y a su pareja Reina decidir el curso de su relación. Si José pide o no la mano de Reina pues es cosa de él.
La valía de una mujer, contrariamente a lo que piensa esta profesora, no radica en si es soltera, viuda, divorciada, virgen o tiene títulos universitarios. El valor de una mujer, y en general de todo ser humano, radica en su trabajo diario, en el respeto que muestra a los demás.
En una de mis colaboraciones el pasado mes de marzo (El feminismo doméstico) comentaba ustedes que el respeto hacia la mujer, comienza a inculcarse desde la infancia, en los hogares.
De nada sirve crear leyes de protección a la mujer, si ellas mismas se encargan de minarlas con comentarios como: Seguro subió porque se las dio a… Lo persiguió hasta que lo atrapó la muy zorra… Entre otras más.
¿Qué opinan ustedes? ¿Exagero?
EN EL TINTERO
-Luego de las elecciones del pasado 2 de junio, nadie podría decirse sorprendido de los resultados de la “ENCUESTA SOBRE LA REFORMA AL PODER JUDICIAL” hecha por Morena. Con todo respeto, el resultado estaba más que cantado.
-Xóchitl Gálvez sigue con su ronda de entrevistas en diferentes medios de comunicación para dar su posicionamiento sobre los resultados del pasado dos de junio y las reformas que vienen, entre ellas las del Poder Judicial. En una de estas conversaciones la excandidata presidencial dijo que el presidente López Obrador debe renunciar al fuero para ser sancionado por haber cometido VIOLENCIA POLÍTICA DE GÉNERO contra ella.
-Por el bien de México espero que no tengamos que adaptar la cancioncita que se escuchaba en la época del maximato: “El presidente vive aquí, pero el que manda vive enfrente.
-Espero que luego del desayuno en el que se volverán a ver las caras Xóchitl Gálvez y Marko Cortés, no salgan a decir que son muy amigos.
@mcamachoocampo