Es la fórmula chavista: destruir la organización social liberal anterior, construida en decenios y basada en el mérito y la aspiración; para recibir del sistema sociopolítico cubano el prestigio simbólico ante la izquierda mundial, que no tiene el proyecto de la 4T
El gobernante de Cuba dio el aviso al llegar a México el domingo: “No arribo a un destino más, sino al nuevo encuentro de una patria extendida”. Dijo casi lo mismo que Fidel Castro al llegar a la Venezuela de Chávez: “Ojala nuestro destino, sea un solo destino”.
En la dupla que forman desde el 2000 López Obrador y Claudia Sheinbaum, él deparó para sí la tarea local: cancelar el régimen anterior para implantar una autocracia legal. A ella le dejó para 2024-30, enfrentar a EU y hacer oficial la guía ideológica de Cuba.
Es la fórmula chavista: destruir la organización social liberal anterior, construida en decenios y basada en el mérito y la aspiración; para recibir del sistema sociopolítico cubano el prestigio simbólico ante la izquierda mundial, que no tiene el proyecto de la 4T.
La presidenta Claudia Shienbaum avisó el domingo con toda contundencia, que tomó en serio su tarea dentro de la dupla con López Obrador: el gobernante cubano fue el único recibido para su toma de posesión con honores militares y alfombra roja.
El visitante también avisó con puntualidad lo que viene en su relación con la presidenta de México: “No es mi arribo a un destino más, sino el nuevo encuentro con una verdadera patria extendida y con sus hijos”.
En 2021 López Obrador regaló el discurso oficial del 16 de septiembre al gobernante cubano, cabeza de lo que Raúl Castro llama “cien conejos para llenar el hueco que dejó un elefante”, refiriéndose al fallecido Fidel Castro, el santón político de López Obrador.
La Habana tuteló (y monitorea meridianamente) el diseño, estructura y ejecución del desmantelamiento del sistema político que rigió en México hasta la aprobación de la reforma judicial, que dejó el control del país absolutamente en un solo poder: el Ejecutivo.
La reforma judicial de López Obrador es una copia rigurosa del sistema de elecciones que rige en Cuba desde 1975:
–En Cuba, el gobierno redacta una lista de candidatos y candidatas y se la presenta a los ciudadanos para que éstos elijan entre esa lista a las personas que ocuparán los puestos.
–En México, la mayoría del Congreso, que es del partido gobernante (Morena), redacta una lista de candidatos y se la presenta a los ciudadanos para que éstos elijan entre esa lista a las personas que ocuparán los puestos.
Hoy, como ayer Venezuela, la dupla López Obrador-Claudia Sheinbaum repite la fórmula ideológica de buscar en Cuba el prestigio simbólico que le falta a su proyecto político. Hoy, como ayer con Venezuela, Cuba busca en México sostener su fracaso económico.
Con Venezuela ya se sabe lo que pasó:
Al unirse a Cuba, su proyecto social transformador resultó un fracaso desgarrador.