Las últimas encuestas nacionales dan a la vicepresidenta Kamala Harris una ventaja de 49% sobre 47% del expresidente Donald Trump
Por Gregorio A. Meraz
@GregorioMeraz1
Estados Unidos y el mundo entero, esperan con inquietud el primero y quizás único Debate Presidencial, entre la actual vicepresidenta Kamala Harris, candidata presidencial demócrata y el expresidente Republicano Donald Trump, este Martes, en la recta final de una históricamente apretada elección, con múltiples repercusiones.
Debate a través de la cadena televisiva ABC News, en que, con seguridad se abordarán temas de interés general, domésticos, como la inflación, crecimiento económico, inmigración, seguridad fronteriza para dar una idea a los votantes de este país, sobre el contraste de proyectos nacionales de cada candidato y los desafíos de Rusia, China, el apoyo de Ucrania y solución en Medio Oriente, donde pidió a Benjamin Netanyahu no aceptar acuerdo alguno, hasta después del 5 de Noviembre.
El debate se lleva a cabo en un momento en que tanto la vicepresidenta Kamala Harris como Donald Trump llevan pequeñas ventajas, dentro del margen de error, en los estados que decidirán el resultado de la elección.
Los sondeos señalan una ventaja de 50% de Harris sobre 47% de Trump en Wisconsin, 49% de Harris contra 47% de Trump en Michigan, 49% de Harris sobre 48% de Trump en Pensilvania y empate con 48% en Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Nevada.
Las últimas encuestas nacionales dan a la vicepresidenta Harris una ventaja de 49% sobre 47% del expresidente Trump.
Harris ha logrado el apoyo de 53% de mujeres, sobre 42% a Trump, 51% de votantes menores de 30 años, sobre 14% a Trump, 78% de votantes negros contra 14% de Trump y algo nunca visto, 55% de Latinos, contra 41% a Trump.
El mayor apoyo de Latinos a los Republicanos, durante la campaña del expresidente George W. Bush, había sido de sólo 20%, pero las campañas falsas ahora parecen tener un mayor efecto.
Donald Trump aventaja a Harris con 56% del voto de hombres, contra 39% y 52% de adultos mayores de 65 anos, sobre 46% de la vicepresidenta demócrata.
Nacionalmente, Demócratas, Independientes y Republicanos anti-Trump, -a los que se sumaron el exvicepresidente Dick Cheney y su hija la Congresista Liz Cheney- luchan por preservar la democracia, que consideran amenazada con el eventual retorno de Trump a la Casa Blanca, por cambios radicales al gobierno, de acuerdo a su Proyecto2025, para imponer una autocracia autoritaria cristiana, como sugirió el presidente ruso Vladimir Putin y asesorada por el Primer Ministro Húngaro Viktor Orbán.
Y es que ahora, agobiado por el creciente costo humano, económico, militar y político de su fallida invasión a Ucrania, Putin, quien empujó a Trump a la Casa Blanca en 2016, con la intención de neutralizar el liderazgo global norteamericano en el mundo, bombardeando con troles de mentiras y falsedades, ahora está en una situación mas desesperada que antes, que solo la elección de Trump, le podría ayudar a resolver.
En 2020, infructuosamente, de nuevo trató de influir en grupos conservadores de la misma forma, pero fue neutralizado por la inteligencia de Estados Unidos.
En 2024, humillado por heroicos ucranianos auxiliados por países de la OTAN y presionado por el alto costo de la guerra, Putin volvió a la carga para apoyar a Trump, redoblando sus esfuerzos, con un desembolso superior a 10 millones de dólares, además de 16 millones de dólares en la producción y difusión de videos en YouTube, hasta hace unos días, que fue descubierto y detenido por el Departamento de Justicia.
El procurador general Merrick Garland, Christopher Wray, director del FBI y otros altos funcionarios, denunciaron que “la administración presidencial rusa y en especial Sergei Vladilenovich Kiriyenko, Jefe de Gabinete de la Oficina Ejecutiva Presidencial”, usaron “influencers”, contenido de inteligencia artificial, cuentas y anuncios en redes sociales, para influenciar a votantes estadounidenses con temas sobre inmigración, inflación y en otros países, para promover políticas e interés rusos y promover la reducción del apoyo a Ucrania.
En este golpe, el Departamento de Justicia presentó cargos formales contra Kostiantyn “Kostka” Kalashnikov y Elena “lena” Afanasyeva, (aún prófugos) por conspiración para lavado de dinero y decomisó 32 dominios de internet, manejados directamente por el gobierno ruso, en campañas coloquialmente llamadas “Doppelganger,” violando leyes de lavado de dinero y de registro comercial.
De acuerdo al procurador, bajo órdenes directas de Putin, las empresas rusas, incluyendo RT (Russian Television) usaban cybersquatting, fabricaron influencers y falsos medios de comunicación que difundían mentiras y falsos usuarios de redes de internet, que promovían narrativas falsas producidas con AI.
En su intento, el Kremlin creó empresas en Estados Unidos, como Social Design Agency SDA, Structura National Technology y ANO Dialog, operados directamente por Kiriyenko, quien enviaba millones de dólares a través de empresas en Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Mauricio.
El procurador dijo que también investigaba a empresas de China e Irán interesadas en influir en la Elección Presidencial de 2024.
En la contraparte, las naciones europeas confían en la elección de la vicepresidenta Kamala Harris, por el retorno a la relación normal de Estados Unidos con las naciones aliadas, luchando por promover la democracia, respeto a los derechos humanos, civiles, laborales, trabajo conjunto para mitigar el cambio climático, promover la paz y proteger a las naciones de nuevas pandemias.
Aunque -de acuerdo a expertos- tradicionalmente los debates presidenciales no impactan significativamente en la votación, eso podría cambiar, debido a que la vicepresidenta Harris y sus propuestas aún son suficientemente conocidos para muchos.
Mientras eso sucede, el expresidente Trump, dejando el trabajo a otros, incluyendo a Putin, se dedica a hacer el negocio de su vida, convirtiéndose en el primer candidato presidencial que, además de acusaciones formales y ser convicto criminal, lucra con el momento en que vive.
Trump vende tarjetas digitales con su figura en 99 dólares cada una, a quien compra 15, le envía una “auténtica parte del traje que usara en el debate presidencial”.
Quien compra las 75 tarjetas, a un costo de 7,425.00 dólares, puede ir como invitado a Mar-A-Lago, donde la membresía cuesta vitalicia cuesta ahora 700,000.00 y donde tendría oportunidad de saludarlo eventualmente.
Además vende otro libro, en 99.00 dólares sin autógrafo y 499.00 dólares autografiado. Vende Biblias, por 60.00 dólares, figuras de todos los tamaños, zapatos atléticos, fotografías, tenis con su autógrafo, por 499.00 dls., criptomonedas con su imagen y la leyenda “Fight, Fight, Fight” (Luchen, Luchen, Luchen) por 299 dlls el par.
Sus gorras rojas cuestan 55 dólares. También vende banderas de su campaña a 43.00 y 86.00 dólares y toda la parafernalia que se pueda imaginar, cuyo beneficio va directamente a sus arcas, además de que todos los políticos y empresarios Republicanos que buscan un cargo, llegan a Mar-A-Lago y gastan de 15 a 30 mil dólares en estancia y alimentos.
Douglas Brinkley, historiador presidencial, dice que ningún presidente había lucrado tanto con el cargo o campaña presidencial en toda la historia, lo que refuerza las críticas demócratas, en el sentido de que para Trump, solo importa Trump y la mayor cantidad de dinero que pueda hacer.
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