Elecciones 2024
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Fue como una válvula de escape, previo al debate sobre los “candados”, en la mesa de Estatutos de la 22ª Asamblea Nacional del PRI. A Campeche acudieron los exgobernadores Ivonne Ortega, de Yucatán, y Ulises Ruiz, de Oaxaca. Y la nomenklatura priista se había alistado para confrontarlos.

Antes de la propuesta de Ortega para abrir la elección del candidato presidencial al voto directo y secreto de la militancia priista, el presidente de la mesa de debates, Jorge Carlos Ramírez Marín, dio trámite a sendas propuestas aprobadas, por aclamación: garantizar que al menos un tercio de las candidaturas sean para menores de 35 años y —más polémico aún— el fin del “chapulineo” entre pluris.

Los “políticos de café” —como los llamó Arturo Zamora— lograron frenar a los Manlios y los Gamboas. ¿Victoria pírrica? Ramírez Marín había prometido que no sería Guardián de las Tablas de la Ley ni Protector del Arca de la Alianza. “Venimos a deliberar”.

La definición de las reglas para elegir al abanderado priista quedó muy lejos de cumplir con ese postulado. Los promotores de José Antonio Meade —principalmente José Ramón Martell y Heriberto Galindo Quiñones— tenían el respaldo para su propuesta de hacer elegibles a simpatizantes del partido, mientras que los apoyadores de Aurelio Nuño (encabezados por Javier Treviño Cantú) lograron que fuera eliminado el requisito de 10 años de militancia para los aspirantes a la candidatura.

La elección abierta planteada por Ortega, Ruiz y César Augusto Santiago fue descartada, sin más. La definición del método —de acuerdo al Estatuto vigente— es potestad de los integrantes del Consejo Político. Y el resto de sus propuestas, desechadas por improcedentes en la mayoría de los casos, pero sobre todo con la desaprobación de una mayoría levantadedos, orgullosa de esa grotesca avalancha. “Los planchamos”, presumía Zamora.

Aisladas del ruido mediático, al margen de las negociaciones entre las corrientes partidistas, avanzaron las propuestas que otorgaron al presidente del CEN del PRI poderes extraordinarios para la etapa decisiva de la nominación. Y es que a propuesta de Enrique Ochoa Reza se integrarán de la Comisión Política Permanente y la Comisión Nacional para la Postulación de Candidaturas. En términos estatutarios, además, la Mesa de Campeche dejó al Consejo Político Nacional la última palabra sobre la definición del método de selección del abanderado presidencial.

Después de la validación del INE y de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial desechara las impugnaciones al Estatuto, Ochoa Reza convocará al Consejo Político Nacional. Un borrador de la orden del día que circuló profusamente durante el fin de semana enlista el emplazamiento a los consejeros para “seleccionar el procedimiento estatutario para postular candidato a la Presidencia de la República y autorizar al CEN para emitir la convocatoria para el correspondiente proceso electoral constitucional”.

¿Madruguete en el PRI? Los nuevos integrantes de esos órganos partidistas —se quejan los rebeldes— tendrán la misión de blindar el método para elegir candidato presidencial. Igual, los nuevos consejeros políticos… que también propondrá Ochoa Reza y quien tiene la instrucción expresa de ir por una convención de delegados.

Además del candidato presidencial, el PRI deberá designar a sus abanderados para la disputa de las nueve gubernaturas que son concurrentes con la elección federal, en la que también se renovarán curules y escaños del Congreso de la Unión.

“Ya hay manifestaciones en los estados que tendrán cambio de gobernador pidiendo que se lleven las candidaturas a consulta a la militancia y a los simpatizantes, como en Puebla”, ilustra una misiva que los integrantes de la agrupación Democracia Interna dejaron el pasado sábado 7 en la oficina del presidente del CEN priista, “no le tengan miedo a la militancia”.

“Nunca antes se había intentado desplazar y excluir a la militancia como ahora”, juzgan, luego de establecer que el PRI afronta un horizonte de escisiones, “dejemos atrás el afán de lucrar con la desgracia y retomemos la ruta que nos marcan las leyes hacia el proceso electoral del 2018. Detengamos el intento golpista de la cúpula y exijamos en el seno del Consejo Político Nacional”, sentencian.

EFECTOS SECUNDARIOS

DESPEDIDA. Mariana Moguel Robles dejó la presidencia del PRI-CDMX por orden judicial. Y es que la sala regional del Tribunal Electoral atendió la queja tramitada por el exasambleísta Sergio Jiménez —hijo de la lideresa de comerciantes, Alejandra Barrios— por la omisión de Enrique Ochoa de convocar a la elección de la dirigencia tricolor capitalina. Pero el proceso electoral constitucional ya arrancó y eso impide al PRI renovar su dirigencia, por lo que el CEN decidió designar a un delegado especial. Aún no se oficializa el nombre del agraciado.

SOBRESEIMIENTOS. Hace tres días, los magistrados del Quinto Tribunal Colegiado, confirmaron la decisión del juez 13 de distrito en materia penal del Primer Circuito, Jesús Alberto Chávez Hernández, de mantener a la maestra Elba Esther Gordillo bajo cuidados especiales en un centro hospitalario. Así terminan los juicios interpuestos hace 22 meses por la defensa de la exlideresa del SNTE, para reclamar el arraigo domiciliario —eso sí, bajo atención de enfermería y supervisión médica que sufragarían sus familiares— cobijados en la alta otorgada por un especialista del hospital Ángeles Lomas en enero del 2016. Incluso propusieron al Centro Médico ABC de Santa Fe como lugar de atención, en el caso la ruptura de un aneurisma. Vigilar los problemas de hipertensión que ha padecido, así como los cuadros de ansiedad que ha presentado como consecuencia de su prolongada hospitalización. Por protocolos médicos es necesario que el domicilio se encuentre ubicado con la cercanía necesaria a un hospital con Centro de Atención Neurológica Avanzada, de tal modo que permita un expedito traslado ante una ruptura de aneurismas.