La presidenta enfrenta un desafío difícil. Su México tiene un Producto Interno Bruto per Cápita en un nivel semejante al de 2015. Y el PIB per cápita resulta de dividir el valor generado por la economía de un país entre su población total
El México para gobernar que recibe Sheinbaum de López Obrador no es el México que recibió López Obrador de Peña: con finanzas sanas, crecimiento económico, múltiples ahorros institucionales y bien ubicado en los foros mundiales de las potencias.
La presidenta enfrenta un desafío difícil. Su México tiene un Producto Interno Bruto per Cápita en un nivel semejante al de 2015. Y el PIB per cápita resulta de dividir el valor generado por la economía de un país entre su población total.
Los ciudadanos bajo su liderazgo tienen el mismo ingreso que en 2015, aun cuando el expresidente López Obrador elevó sus ingresos artificialmente con dádivas de 11 mil pesos bimestrales por familia.
El mismo López Obrador que se va con 32 mil millones de pesos sin aclarar, según la Auditoria Superior de la Federación. Y eso que la ASF perdió con López Obrador casi toda su autonomía. Puede ser entonces que dejó mucho más sin aclarar.
El país que recibe Sheinbaum tiene un endeudamiento interno de un billón 990 mil millones de pesos; y uno externo de 18 mil millones de dólares. La economía de Sheinbaum deberá meter el pie en el acelerador.
Pero, para pisar el acelerador, y sus gobernados recuperen los ingresos de 2015 sin que se los regale el gobierno, debe lograr un crecimiento económico al nivel, mínimo, que dejó Peña en 2018, que fue de 2.5% anual.
López Obrador dejó un promedio anual de la tasa de crecimiento económico de 0.8%; con Peña fue de 1.94%. Si López Obrador regaló dinero fue gracias al dinero que le dejó Peña. Sheinbaum no tendrá un Peña: tendrá un López Obrador. Una pobre herencia.
Sheinbaum decidió tomar el riesgo sola con su partido, sin la oposición, tal cual hizo López Obrador. Habla de su autoconfianza y lo segura que se siente rodeada de los suyos.
En su toma de posesión excluyó a la oposición en la Cámara de Diputados. Ella entró con Andrea Chávez y Ana María Lomelí; López Obrador de Alejandro Esquer y Félix Salgado Macedonio.
Lo mismo de cara al mundo. Sus invitados fueron casi solamente amigos ideológicos, uno de ellos, Gustavo Petro, pasó por encima de toda consideración política al asegurar que Sheinbaum “es, fue miembro de la guerrilla del M-19 en Colombia en los años 80”.
Petro perdió la oportunidad de quedarse callado: en nada ayuda eso a Sheinbaum, pues en 1985 el M-19 asaltó a sangre y fuego el palacio de Justicia de Colombia, con ayuda Pablo Escobar y el Cartel de Medellín, matando a 94 personas.
Y justamente la violencia se ceba en el México que gobernará Sheinbaum: López Obrador le dejó 199 mil 621 muertos: 94 diarios.
Otro reto será pacificar a México.