La salud del presidente de la República, además de ser un asunto de Estado, es algo que interesa y, en su caso, preocupa a todos los mexicanos
Protocolo 4-T: ¿Para qué hacerlo mejor cuando se puede hacer peor y más rápido?
Florestán.
Quiero iniciar este texto a partir del deseo de que el presidente López Obrador se encuentre bien de salud y que se recupere, pronto y bien.
Dicho esto, quiero agregar que en el gobierno se hizo todo lo posible por crear las dudas, razonables, y las versiones más delirantes, todo por falta de información o, peor, por su desastroso manejo.
Y me voy al principio, el domingo, el Diario de Yucatán, una institución del periodismo mexicano, publicó en sus redes: el presidente sufrió un desvanecimiento, de lo que no hay otra versión confirmada ni evidencia gráfica que lo respalde, pero el periódico lo reitera: se desvaneció en el desayuno en las instalaciones de la Base Aérea Militar en Mérida, donde tras ser atendido por un médico, se suspendió la gira y regresó a la Ciudad de México en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana.
Consultado por reporteros de El Universal, el vocero Jesús Ramírez, que estaba en Netzahualcóyotl apoyando la campaña de Delfina Gómez, descalificó lo del desvanecimiento y declaró que la gira continuaba normalmente.
A las 15:33, López Obrador subió un tuit anunciando Covid con una redacción que claramente no es suya: Ni modo, amigas y amigos, salí positivo de Covid. No es grave. Mi corazón está al cien y como tuve que suspender la gira, estoy en la Ciudad de México (…) me guardaré unos días. Adán Augusto encabezará las mañaneras, Nos venos pronto.
Cuando se contagió por primera vez en 2021, el 24 de enero, publicó: Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos.
Un año después, el 22 de enero de 2022, tuiteó: Informo a ustedes que estoy contagiado de #COVID-19 y aunque los síntomas son leves permaneceré en aislamiento y solo realizaré trabajo de oficina y me comunicaré de manera virtual hasta salir adelante. Y encargaba al mismo Adán Augusto las mañaneras y otros actos.
A las evidentes diferencias de textos, hay que agregar la espera del domingo al martes para conocer un parco informe del secretario Jorge Alcocer, que no parte médico. Y por eso las dudas y las versiones.
La salud del presidente de la República, además de ser un asunto de Estado, es algo que interesa y, en su caso, preocupa a todos los mexicanos.
Y no se le dio ese trato y por eso.
RETAL
INFORME.- El doctor Alcocer, una eminencia médica cooptada por la ideología oficial, dijo ayer que el estado de salud del presidente es bueno, lo que no es exacto como acreditó enseguida al decir que está infectad por virus SARS-COV2 con inflamación de las vías respiratorias altas, fiebre y cansancio. Solo con eso, un médico no puede afirmar que el estado de salud de su paciente es bueno. Ya el tono es para pedir una segunda opinión.
Nos vemos mañana, pero en privado.