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Nacional 100 días ¿Para qué?
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Los reyes tienen súbditos, los demócratas, ciudadanos, los mesías, fanáticos.
Florestán.

La próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, tendrá que tomar una decisión en su relación con Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump si éste es presidente de Estados Unidos.

            En el caso Gálvez, sería más sencillo definirse ante el expresidente mexicano, a diferencia de Sheinbaum que le representaría un riesgo, pero para ambas el conflicto a resolver sería Trump.

            De ser Claudia la ganadora de las elecciones del 2 de junio, habrá de definir, como dice el libro de Felipe González, ¿Quién manda aquí?, ella o él.

            De ser Xóchitl, no habría duda.

            Pero el tema central, grave, sería la presidencia de Trump que amenaza ser peor a su anterior gobierno que inició, el 20 de enero de 2017.

            Enrique Peña Nieto tuvo que recurrir a Luis Videgaray, que había renunciado a Hacienda tras la desastrosa visita de Trump a Los Pinos, el 31 de agosto de 2016, y lo designó en la SRE,  y López Obrador, como presidente electo, acudió a los oficios de Marcelo Ebrard, que, como sea, al igual que Videgaray con Peña, sobrellevó la relación y evitó, al precio que fuera, una ruptura, una crisis.

            En ese escenario de definir relaciones de la próxima presidenta, la tiene más difícil Sheinbaum, por la influencia de López Obrador, lo que no será el caso de Gálvez.

            Pero en el de Trump ninguna lo tendría resuelto, a menos que Sheinbaum recurriera a Ebrard, o Gálvez a Videgaray.

            En cualquiera de los casos, una y otra, sobre todo Claudia, podría contar con un operador privado de todas las confianzas, eficacia y lealtad a prueba de balas, calado, cuyo nombre no voy a mencionar y lo dejo a la imaginación y a la necesidad.

            Pero en ambos casos, quien llegue tendrá que tomar sus decisiones más importantes sobre su relación con esos dos personajes.

            De lo contrario, quien gane, no podrá gobernar y cuando esto se da, surge la ingobernabilidad.

RETALES

  1. OBVIEDAD.- López Orador dijo ayer que Ernestina Godoy tiene abierto su gobierno para el cargo que quiera. Claudia Sheinbaum le ofreció el Senado y todo el oficialismo se volcó en su apoyo, lo que niega su perfil autónomo como fiscal de la Ciudad de México, es del régimen;
  2. REVELADOR.- LA autoridad electoral tomará nota de las revelaciones de Sanjuana Martínez, enterradora de Notimex, que acusó el secretario del Trabajo, Marath Bolaños, de pedirle 50 millones de pesos, el veinte por ciento de los 250 millones de liquidación de los trabajadores, para la campaña de Sheinbaum. Es un delito electoral; y
  3. ARREBATO.- La afirmación del presidente de haber besado a un hombre vestido de mujer, por atribuirme una afirmación que no hice, le llevó a envolverse en un conflicto derivado del arrebato, su yo verdadero y la mentira. Arrastrado en las redes, tuvo que salir con una falsa disculpa.

Nos vemos mañana, pero en privado.