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¡Hola de nuevo!

Hoy te tengo unas ideas y puntos de trabajo para seguir ordenando tu cartera y cuidando tu dinero. La idea es que aprendas cómo volar para que vueles tu solo.

Hoy hablaremos del crédito y en particular de las peligrosas y tan bien amadas tarjetas de crédito.

Este también es un tema súper amplio, pero hoy comentaremos la importancia de revisar dos actitudes que tenemos frente a las tarjetas de crédito y que son las que nos meten en problemas de repente.

El crédito puede ser un gran aliado o nuestro peor enemigo. ¿Tú cómo lo ves? ¿Te ayuda o te complica? Cuéntame por Twitter en @MarijoCodesal.   En la colaboración pasada te hacía esta misma pregunta. Me interesa mucho saber qué piensas. Si estás de acuerdo con lo que te platico o no.

 

Actitud 1.

Compro ahora, pago luego.

No estar atentos a la cantidad y calidad de compras que estamos haciendo con nuestra tarjeta de crédito nos puede descarrilar. ¿Te ha pasado que según tú llevas en la cabeza las cuentas de cuánto pagarás a la fecha de corte y cuando te llega el estado de cuenta casi te vas de espaldas con lo que en realidad tienes que pagar?  ¿No? A mí tampoco.

Bueno, la verdad es que a mí sí.  Me pasaba seguido.  Nunca me detenía a pensar si podía o no comprar lo que tenía enfrente, o si lo iba a usar o no. Cuando me gustaba algo lo compraba. Lo que fuera.  Total, después lo pago.

El crédito es bueno. Nos ayuda para un montón de cosas. Lo malo de gastar en cosas innecesarias y pagar después es que cuando lo liquidas lo estás pagando más caro. Además de que estás comprometiendo tu salario futuro.

Antes de que te llegue tu sueldo, ya lo usaste.

Actitud 2.

Considerar el crédito como dinero extra.

Nuestro ingreso no se extiende hasta la capacidad de crédito que tengamos, mucho menos hasta el nivel de crédito que nos otorgan las instituciones bancarias. Ya hemos dicho que cuando uno pide dinero prestado nos cobran dinero por prestárnoslo.  Los intereses.

Las tarjetas de crédito son muy diferentes a las de débito. No te atores con ellas porque además, las instituciones siempre otorgan líneas de crédito por arriba de nuestra capacidad de endeudamiento que, en teoría, no puede ser mayor al 30 por ciento de nuestro ingreso, con toda la intención de que las usemos,  llenemos a tope el límite de crédito y vivamos eternamente pagándoles.

Las tarjetas de crédito son una gran palanca para ayudarte en tus proyectos personales, pero no para vivir la vida diaria. Mucho ojo en cómo las estás usando. Si lo que pagas con tarjeta de crédito es el súper o tus gastos más básicos porque no tienes dinero en efectivo para pagar, tienes un gran foco rojo. Urge que hagas algo al respecto.

¿Quieres saber la mejor parte?

Que saber concretamente cómo estás usando tus tarjetas te hará tomar decisiones importantes que mejorarán tu situación crediticia y el uso de tu dinero. Eso te beneficia directamente a ti y de paso a los tuyos.  Es importante tener el control de tus finanzas personales y que no te suceda, como a mí: que las tarjetas de crédito se vuelvan una bola de nieve impagable. Lo que decíamos antes. Recuerda que todas las deudas cuestan dinero.

En la siguiente colaboración hablaremos más al respecto. Solo quiero dejar esta reflexión sobre la mesa para que tengas tiempo de observarte y saber cómo estás usando tus tarjetas de crédito.

No dejes de enviarme tus dudas, preguntas e intereses a [email protected]. También podemos seguir esta conversación por las redes sociales. Aquí hay una oreja y una compañera para viajar al fascinante mundo de las finanzas personales.