Mientras Ángel Aguirre sigue defendiéndose como gato boca arriba para no soltar la gubernatura de Guerrero, el redactor de estas líneas manda un abrazo solidario a las familias Vigil Trejo, Vigil Chapa y Chapa Castañeda, por la muerte de la señora Martha Chapa Castañeda, esposa del licenciado Guillermo Vigil Trejo, buen amigo y asesor jurídico … Continued
Mientras Ángel Aguirre sigue defendiéndose como gato boca arriba para no soltar la gubernatura de Guerrero, el redactor de estas líneas manda un abrazo solidario a las familias Vigil Trejo, Vigil Chapa y Chapa Castañeda, por la muerte de la señora Martha Chapa Castañeda, esposa del licenciado Guillermo Vigil Trejo, buen amigo y asesor jurídico de esta columna.
Éste pésame no pude darlo el martes porque el espacio de mi colaboración lo acaparó el funámbulo gobernador de Guerrero quien, de última hora, me espeluznó con una declaración en referencia a las fosas donde se suponía que habían sido encontrados algunos cadáveres de los estudiantes normalistas desaparecidos. Sin más, expresó que no todos los cuerpos exhumados correspondían a los jóvenes de Ayotzinapa. Luego entonces, pensé y así lo escribí: ¿Acaso hay en México una instancia que tiene muertos de reserva para con ellos suplir a los que se buscan y no aparecen?
Para sorpresa de todos, el procurador Jesús Murillo Karam informó que los 28 cuerpos hallados en las primeras cinco fosas clandestinas -“las primeritas”- no correspondían a las muestras genéticas (ADN) de los 43 normalistas desaparecidos.
Así pues, en la búsqueda de 43 posibles muertos, surgen 28 cadáveres que nadie ha reclamado, nadie buscaba y nadie sabía que existieran. En la investigación de un probable asesinato masivo topan con un asesinato masivo real, pero como de éste los medios no se han ocupado y en el mundo no se habla de él con escándalo, por el momento, haremos de cuenta que no existe. El titular de la PGR, sólo se refirió a los 28 cadáveres encontrados para indicar que no eran de los jóvenes que buscan. Vamos, ni siquiera para taparle el ojo al macho declaró que ya se había abierto o se abriría una línea de investigación para dar con los asesinos de estos muertos “tan poco importantes”.
Por lo pronto, como la semana pasada cuatro personas detenidas proporcionaron información sobre otras cuatro fosas clandestinas, ahora los forenses se dedicarán a examinar los cadáveres contenidos en ellas. Me gustaría ver una fotografía de las mencionadas fosas para hacer un diagnóstico sobre las posibilidades de que los cuerpos que ahí estaban escondidos sean los de los normalistas desaparecidos. Lo digo porque vi fotografías a color de las “primeritas” y me bastó ver el pasto que tuvieron que remover al abrirlas para determinar que los cadáveres que adentro estaban no eran de personas recientemente asesinadas, aunque las hubieran quemado. Está bien que en esa región guerrerense la tierra sea fértil, pero no como para que en 10 días un agujero se cubra de pasto.
Terminaré, por el tema con dos preguntas. La segunda tiene respuesta. 1.- ¿Cuántas fosas clandestinas habrá a lo largo y ancho de nuestro país? 2.- ¿Cuál es la distancia más larga entre dos puntos? La línea de investigación.
Sufragio femenino
A los tres días de asumir la Presidencia de la República, don Adolfo Ruiz Cortines, presentó al Congreso una iniciativa de ley para reformar los artículos 34 y 115 de la Carta Magna que permitieron el voto de la mujer.
La iniciativa tuvo como cámara de origen la de Senadores, donde se aprobó por 42 votos a favor y uno en contra. El senador que se opuso a la propuesta presidencial fue el abogado Aquiles Elorduy, que había sido simpatizante de la revolución hasta el gobierno de Obregón y, posteriormente, fundador del PAN, partido del que fue expulsado por supuestas declaraciones anticlericales. El PRI le dio cobijo en 1952 y bajo su amparo llego al Senado. En oposición al voto femenino expresó: “La mujer mexicana maneja el dinero en el hogar. Influye extraordinariamente en su marido”. (Cada quien habla de la feria como le va en ella). “¿Qué más quiere tener la mujer mexicana? Temo, francamente, que las actividades políticas de la mujer vayan a contribuir a descuidar más el hogar (¿más? Sí, como dormir toda la noche y no vigilar la casa?). Todo eso la distrae forzosamente de las ocupaciones hogareñas. Tengo miedo, tengo miedo, tengo pavor…”
La iniciativa presidencial fue también aprobada en la Cámara de Diputados, en los Congresos locales y publicada en el Diario Oficial, mañana -17 de octubre- hará 61 años.
El general, Agustín Olachea Avilés, presidente del PRI, queriendo quedar bien con él, le pidió permiso a don Adolfo para organizar una concentración multitudinaria de mujeres en el Zócalo que vendrían a darle las gracias. El presidente tendría que salir al balcón de Palacio Nacional a saludarlas.
Don Adolfo, viejo zorro de la política, lobo de mar de la vida, con una lanza por lengua, incrédulo cuestionó a Olachea: “Dice usted una concentración multitudinaria, general. ¿Cómo cuántas mujeres vendrían?” El jerarca tricolor, zalamero, respondió: “Pues yo creo que pueden venir a mostrarle su agradecimiento unas 100 mil mujeres”. El veracruzano, que se sabía al derecho y al revés todas las marrullerías y maniobras políticas, sabedor que acarrear 100 mil mujeres en ese momento no era posible, le contestó así a don Agustín: “Mire general, si vienen 100 mil mujeres no sólo las saludo sino que me las cojo”.