Incluso los propios habitantes de Iztapalapa, ya le llaman la Wuhan de Oriente, una expresión trágico-cómica propia del mexicano. Se ríe de la pandemia, la desafía, llora y festeja sus pérdidas
“La mayoría de las personas están absortas en la contemplación del mundo exterior y son totalmente ajenas a lo que pasa dentro de sí mismas”:
Nikola Tesla
“En Iztapalapa, si no sales a trabajar, no comes”, así de simple y sencillo, Elías Mejía, líder del grupo musical “Los Ángeles Azules” define la situación que viven en medio de la pandemia, millones de mexicanos quienes, a pesar de entender el llamado a quedarse en casa, no lo pueden hacer. Se mueren por el virus o de hambre.
La alcaldía de Iztapalapa es un ejemplo de cómo las condiciones de pobreza, salud y educación, han complicado la fase de contención del virus, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha calificado como correcta la estrategia del gobierno federal para enfrentar la pandemia provocada por el SAR COV2.
Incluso los propios habitantes de Iztapalapa, ya le llaman la Wuhan de Oriente, una expresión trágico-cómica propia del mexicano. Se ríe de la pandemia, la desafía, llora y festeja sus pérdidas.
Iztapalapa es la demarcación territorial más poblada en la CDMX con 1,827,345 habitantes. Tiene mayor población que las ciudades de Guadalajara y Monterrey. La alcaldía incluso ya tiene su ‘Callejón del COVID’, donde en menos de tres meses, en un perímetro de 350 metros han muerto 45 personas.
La demarcación reúne todos los factores que han potenciado el impacto de la pandemia: pobreza, marginación, indicadores de salud deteriorados y un bajo nivel de educación. El 35 % de su población se encuentra en situación de pobreza, el 1.7% en pobreza extrema. El 52.8 % de su población carece de acceso a la seguridad social.
Por ello, el Covid-19 ha golpeado con fuerza a la Wuhan de Oriente. Se ubica en el tercer lugar por número de casos activos con 696, sólo detrás de la alcaldía Gustavo A. Madero que registra 739, y la ciudad de Puebla con 896. Está en primer lugar por número de decesos con 802 y también en primer sitio por el número de casos acumulados con 6627.
El incremento de la movilidad, no poder confinarse, no respetar el distanciamiento social y no acatar las medidas de higiene, están dificultando que la pandemia se desacelere. Esa es la realidad. La conjunción de pobreza, necesidad y enfermedades crónico degenerativas como la obesidad, la diabetes e hipertensión hacen un caldo de cultivo que impide que el virus ceda, y están mostrando la cara de la marginación acumulada por años.
Iztapalapa es ejemplo y muestra de que no hay curva que pueda aplanarse, cuando no hay políticas públicas capaces de maridar crecimiento y bienestar social.
La Wuhan de Oriente, así como el mundo entero, están en el vórtice de la peor pandemia en los últimos cien años que, no tiene fecha de caducidad hasta que exista un tratamiento o una vacuna. Bien lo dice Zygmunt Bauman:” La única certeza que tenemos es la incertidumbre”.
De la libreta
1. Mario Molina, Premio Nobel de Química, asegura que no solo las gotas de saliva transmiten el COVID 19, sino que las partículas PM 2.5 también conocidas como aerosoles acarrean el virus, por lo que el uso de mascarilla o cubre bocas resulta imperativo.
2. Rosario Piedra, Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha denunciado que, durante los últimos años, el organismo ha sido un botín para sus ex presidentes. Esto no implica que funcionarios de nivel medio hayan sido parte de este saqueo, sin embargo, de la manera que los están tratando, es decir, despidiéndolos sin decir agua va en medio de la pandemia, es tan abusivo e irrespetuoso como el saqueo de las arcas del organismo.
@HectorHerreraAR
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