Mal que la presidenta Sheinbaum haya quedado en medio de esta trampa de la política estadunidense, diseñada por Trump contra California y su gobernador
La presidenta Sheinbaum quedó entre las patas de los caballos de una galopada que no era para ella.
Fue acusada de incitar a la violencia en las calles de Los Ángeles en estos días, porque alzó la voz en un discurso y dijo que, si Estados Unidos ponía impuestos a las remesas, “nos vamos a movilizar”.
Es un dicho de política estudiantil, que la Presidenta lleva en el alma, pero que es una fruslería discursiva en el nivel presidencial que tiene ahora.
Su frase fue tomada por los guionistas del asalto federal del presidente Trump sobre Los Ángeles y sobre el gobernador de California, Gavin Newsom, virtual candidato demócrata en las presidenciales de 2028.
La secretaria de Seguridad de Trump, Kristi Noem, tomó la frase de la presidenta Sheinbaum y la volvió una arenga política real, una incitación a la violencia lanzada por la presidenta de México hacia sus peligrosos connacionales combativos de aquel lado.
Pobre guion, pero no pobre maniobra.
Con admirable serenidad y conocimiento del terreno, León Krauze nos mostró, en las mismas calles de Los Ángeles, hasta qué punto las escenas de violencia registradas eran excepcionales; hasta qué punto las movilizaciones de la Guardia Nacional y los marines sobre la invasión migrante eran una provocación de política nacional.
Los migrantes son la coartada, y las víctimas, del asalto federal, que busca recuperar para Trump el pulso narrativo de su país, luego de los últimos reveses.
Trump no ha hecho nada de lo que prometió, salvo eso en lo que ayuda México: detener migrantes.
Tiene su economía en la orilla, perdida la mediación de Rusia y Ucrania, de Israel y Gaza, está domado por China, luce mal en sus pleitos con Musk, y devuelto a los escándalos de Epstein.
Sobre todo, tiene muy poco tiempo para tomar vuelo hacia las elecciones del año entrante.
Mal que la presidenta Sheinbaum haya quedado en medio de esta trampa de la política estadunidense, diseñada por Trump contra California y su gobernador.
La Presidenta corrigió su gazapo estudiantil y puso las cosas en su lugar, con un buen documento leído de cinco puntos.
Igual seguirán usando su dicho como quieran.