La imagen de la captura

Cerramos la semana con la captura de Caro Quintero, noticia que se llevará “la de ocho” para este sábado, y que estará en la conversación hasta que en cualquier mañanera se cambie rápidamente por otra cosa.

Uno de los narcotraficantes históricos y reconocidos en México y el mundo, fue encontrado en la sierra de Sinaloa, entre matorrales, vestido de jeans, camisa azul y chamarra verde militar y sus canas pintadas de color negro.

En 2013 fue liberado en México y nueve años después, se topa contra las autoridades mexicanas y las estadounidenses que buscarán su extradición de manera inmediata por 8 cargos, algunos de ellos relacionados por el asesinato de Kiki Camarena, aquel agente infiltrado de la DEA.

El video que circula en las redes y la fotografía que difundió la Secretaría de Marina del Gobierno de México, donde muestra la detención del capo Rafael Caro Quintero, lo vemos tranquilo, al igual que a los elementos que lo acompañan.

Una captura que podría decirse “tranquila y con disposición” de ambas partes. Caro Quintero ya a sus 69 años y la inteligencia que posee, no actúa de manera irresponsable e impulsiva. Se deja someter, pero ni siquiera los elementos de la Marina lo subyugan.

Lo toman con una mano cada brazo y nada más. Detrás del “narco de narcos” se encuentra otro elemento como seguridad, pero los tres que aparecen en el video, se encuentran calmados con medio rostro tapado.

Mientras vemos el sudor que traspasa la camisa de Quintero, alguien le ofrece una botella de agua de manera amigable y este la toma con la entereza y tranquilidad que hasta sorprende. Pareciera incluso que él es el dueño de la situación, lo atraparon, sí, pero él dicta, él platica y no se deja intimidar.

Aunque claro, a esa edad y con la experiencia ¿qué podría intimidarlo? Porque ir a la cárcel o pasar prisión domiciliaria por estar a punto de cumplir 70 años, tampoco.

Tanto que no sabemos, pero en lo que se ve, al narco de narcos se le trata con respeto.