Elecciones 2024
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Por Laura Garza

El fotoperiodismo depende de dos elementos, el primero es que el fotógrafo debe de estar en el momento adecuado donde sucede algún acontecimiento que puede ser o es noticioso y el segundo, la técnica y el buen ojo que lo acompañen para realizar una buena cobertura.

Para muchos fanáticos de la fotografía, no les gusta del todo el fotoperiodismo por su crudeza o bien por la ausencia de retoque y perfeccionismo.

Hoy más que nunca vivimos en una era visual en donde preferimos la simetría, la estética y la perfección humana en su máximo esplendor. Donde la belleza se utiliza como el argumento principal para salir en medios impresos, y la obsesión editorial por retocar cada mínimo detalle de los fotografiados.

Entonces el fotoperiodismo, como ejemplo de la imagen “simple” de una rueda de prensa, de algún político emitiendo algún tipo de declaración, una manifestación, un choque o un evento violento no suele ser el favorito de la gente.

Es aquí cuando repito lo que siempre les he dicho a mis alumnos o a propios colegas, el fotoperiodismo o su cotidianidad, a veces aburrida, no debe de ser un factor que limite la creatividad de quien sale a capturar el material visual que más tarde acompañará el medio de comunicación para donde trabaja.

Al final de cuentas quien realiza su mejor esfuerzo en su trabajo, o bien el que está buscando material para participar en concursos de fotoperiodismo internacionales, son los que están en búsqueda de cambiar el encuadre, darle mayor peso a la composición y obtener material tan valioso que suelen ocupar el espacio principal en las primeras planas (la de 8) o las portadas.

El día de ayer, en el marco de la Convención Republicana, la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump apareció durante la noche para aportar un discurso que le beneficiara a su marido.

Una mujer radiante, joven, de cuerpo atlético, con cabellera rubia, mirada de color verde, piel bronceada y enfundada en un traje de falda entubada y blazer color verde militar ajustada en la cintura, como si fuera parte del uniforme del ejército del país norteamericano.

Un diseño de Alexander McQueen que le dio mayor porte y elegancia a la mujer de Donald Trump, quien requiere mucho apoyo para poder darle batalla a su rival, Joe Biden.

Los jardines de la Casa Blanca fue el lugar en donde se dieron cita alrededor de cien invitados, sentados con su debida distancia, ataviados con la formalidad que requiere el evento y al fondo suficiente prensa para difundir el discurso y todo lo que pueda realizar un contra peso para su rival Demócrata.

La belleza alrededor de la primera dama - melania-trump-estados-unidos
Foto de Evan Vucci / Instagram

Evan Vucci, de quien ya hemos hablado de su trabajo en este espacio, vuelve a demostrarnos su capacidad de observar a detalle lo que sucede a su alrededor y su profesionalismo al tomar a su favor la paciencia de la espera.

A veces la prensa es inquieta, es distraída y se ocupa de platicar entre sí, mientras el evento no ha iniciado, y entonces quedan muy pocos en el “clan” que en realidad están observando a su alrededor quién se mueve, quién mira, quién hace algo que también pueda fotografiar.

Evan es un profesional en todos los sentidos, es el jefe de fotografía en Washington para la agencia AP, sabe contar historias, pero sobre todo sabe buscarlas hasta encontrarlas.

Su cobertura diaria de las actividades de los inquilinos de la Casa Blanca, siempre es espléndida y completa.

Anoche su buen ojo, como decimos a quienes tienen la capacidad de componer grandes imágenes con los elementos presentes, creando una estética visual que cualquiera puede sentirse atraído por ver la imagen.

Vemos a la primera dama caminando por el pasillo lateral para llegar a su destino final, que es el centro del jardín en donde estaba colocado su micrófono y las luces para que dictara sus palabras de apoyo a su marido y a su equipo de trabajo.

Evan aprovechó el encuadre instintivo por la ubicación de las columnas iluminadas y el fondo de las ventanas en forma de abanico, y por supuesto la ausencia de luz por donde ella caminaba.

Un contraluz instantáneo, una silueta tan femenina como la de Melania para tener un mayor impacto, su cuerpo, su postura, su falda entubada dejan al descubierto su soledad en el camino para tomar el micrófono y encender los reflectores.

Una imagen llena de belleza visual, y no lo digo en particular por ella, sino por el ambiente alrededor de Vucci que supo utilizarlo a favor, y de pronto tener un cuadro en donde se aprecia la sobriedad y la elegancia de quien sabe observar con paciencia y a detalle lo que sucede a su alrededor.

No siempre “la” foto saldrá en el momento en que todo empieza y en el que todos observan.

Hay que esperar.