El gobierno del presidente Peña Nieto volverá a ser noticia internacional, y no por buenas razones. La Mexico’s nightmare se agravará hoy en Ginebra, expandida por un Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU que pronostica ser feroz. Además del extrañamiento por rezagos injustificables en la materia (por ejemplo, la incapacidad del gobierno para armar … Continued
El gobierno del presidente Peña Nieto volverá a ser noticia internacional, y no por buenas razones. La Mexico’s nightmare se agravará hoy en Ginebra, expandida por un Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU que pronostica ser feroz.
Además del extrañamiento por rezagos injustificables en la materia (por ejemplo, la incapacidad del gobierno para armar un listado confiable de desaparecidos), Ayotzinapa reventará en Ginebra para implorar al Comité “que interceda por nosotros”. Con una reprobación absoluta al informe de la PGR, los padres de los normalistas se encadenarán en sus tres exigencias esenciales: presentación con vida, que se haga justicia y que se conozca la verdad.
Mal empieza la semana para el que ahorcan en Ginebra. Como mal ha empezado 2015 para la administración peñanietista. Y es peligroso que no se aviste una estrategia para darle vuelta a una página que entra en el quinto mes.
El Presidente no retomó el timón. Enero fue el anuncio de un recorte al gasto público que adelanta un tercer año de mediocridad económica. Fue el aborto del engendro en que las decisiones erradas convirtieron al proyecto del tren rápido México-Querétaro. El mes que hizo sentir que promesas, como el tren peninsular de Yucatán, quedarán sólo en párrafos del discurso del 1 de diciembre de 2012. Enero de la casa de Ixtapan de la Sal y los muertos en Apatzingán. Justo el inicio de año que el presidente Peña Nieto no quería.
Con la economía congelada, la inseguridad en las tinieblas de costumbre y la política distraída en los desilusionantes momentos de selección de candidatos, no queda mucho más para el Presidente que ponerse en primera línea para promover el Sistema Nacional Anticorrupción. Y eso lo forzaría a ofrecer una disculpa por lo descubierto en los últimos meses. Porque la percepción de que se hizo algo turbio está estacionada y puede ponerse en marcha en cualquier momento.
El Presidente me dijo a mediados de diciembre que disculparse sería incluso lo menos difícil. Pero se zafó con un: “¿De qué en concreto me tendría que disculpar?” Él sabrá, pero 45 días después, las cosas no mejoran.
Y no hay nada que prefigure el surgimiento de ideas constructivas para mirar con menos desánimo los próximos cuatro años. Nada.
MENOS DE 140. Hoy se dicta sentencia a Pancho Colorado en Estados Unidos. Sus abogados confían en ganar la apelación y que quede libre. Hoy mismo.