Minuto a Minuto

Internacional El Instituto Nobel noruego afirma que María Corina Machado asistirá a ceremonia de entrega
El Instituto Nobel confirmó que María Corina Machado asistirá en persona a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre en Oslo
Internacional Zelenski tiene previsto viajar el lunes a Londres para mantener contactos de paz
Zelenski confirmó que viajará a Londres el lunes, en medio de versiones sobre una posible cumbre con líderes europeos para avanzar hacia el fin de la guerra
Internacional Perros robóticos con rostros de Musk, Bezos y Picasso acaparan la atención en Art Basel
El artista Beeple presentó en Art Basel Miami Beach perros robóticos con cabezas de figuras como Musk y Warhol en su instalación 'Regular Animals'
Internacional Andrea Bocelli da concierto en la Casa Blanca para Trump y sus aliados
Andrea Bocelli ofreció un concierto en el Salón Este de la Casa Blanca, donde Donald Trump lo presentó destacando su “voz de ángel”
Entretenimiento Manuel Serrat recibe un doctorado honoris causa que fortalece su “cadena de amor” por México
Joan Manuel Serrat recibió en Guadalajara el doctorado honoris causa de la UdeG como reconocimiento a su trayectoria, en el marco de la FIL

En los hechos, el proyecto puesto en marcha por el presidente Joseph Biden está en el rumbo de las más radicales propuestas de cambio hechas por los demócratas: las de Elizabeth Warren y Bernie Sanders.

Sus decisiones, sin embargo, no han provocado las reacciones virulentas que provocaban las propuestas de Sanders y Warren. De hecho, han suscitado altos apoyos en la opinión pública, y la anuencia, o al menos la no guerra, de los previsibles amenazados con alzas de impuestos.

¿Cómo ha podido Biden avanzar este proyecto revolucionario de gobierno sin polarizar al país? La respuesta de Ben Mathis-Lilley en Slate es perspicaz y convincente (https://bit.ly/3fZ8rtX).

Biden ha podido colar su propuesta de una “guerra de clases sin guerra” por la inteligencia y la moderación de su lenguaje. Ahí donde Sanders y Warren declaraban las hostilidades y señalaban adversarios, Biden habla con suavidad, no particulariza y propone acuerdos, no batallas.

Sanders y Warren se cansaron de señalar al enemigo: “las compañías de seguros privadas”, “la industria farmacéutica”, “Walmart”, “la industria de comida rápida”, “la América Corporativa”, “la industria de combustibles fósiles”, “el 1 por ciento más rico”, “Wall Street”.

El discurso de Sanders y Warren para referirse a ese mundo incluía con frecuencia las palabras “destruir”, “codicia”, “odio”, “mentiras”, en el contexto de una batalla por ser librada en cada frente.

Biden, dice Mathis-Lilley, “ha adoptado el lenguaje de la izquierda en muchos aspectos, haciendo referencias frecuentes al 1 por ciento beneficiado por los recortes de impuestos de Trump”, pero subrayando la idea de “premiar el trabajo, no la riqueza” y expresando su preocupación por los que han sido “dejados atrás” por los “de arriba”.

Y el cambio de paradigma ha zarpado no en medio de una batalla fragorosa sino de una “guerra de clases, sin guerra”. Moraleja para transformadores: se pueden cambiar las cosas sin hablarle a gritos a la historia.