Elecciones 2024
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Sus padres recibieron a su segundo hijo un día 10 de febrero de 1950… en medio del frío y el viento gélido que corta la cara , – típico de Magdalena -, la familia festejaba la llegada de este Niño, que más tarde se convirtiera en un hombre inteligente, de miras largas , de grandes aspiraciones humilde , con esa humildad que hace grandes a los hombres , con sueños realizables pero que por desgracia quedaron truncos…
Bautizado en la fe Cristiana, llevó el nombre de su padre : Luis Donaldo.

Esa criatura que acudía a una escuela pública con compañeros, hijos de campesinos, de trabajadores de minas, de gente sencilla y buena creció y se forjó en la tierra agreste del norte de México …

Su carácter revelaba el medio ambiente familiar y social, en el que creció…
Era un hombre que defendía con garra, los principios éticos, morales de respeto, honestidad y servicio inculcados por sus padres. Doña Ofelia Murrieta de Colosio. Y Don Luis Colosio Fernández …

Era un joven con Grandes inquietudes intelectuales, devoraba los libros de historia, de poesía y gustaba de los deportes, sobre todo del base bol.
Gustador de la música en general, boleros, rancheras pero sobre todo la música clásica y la ópera …

Ocupaba muchas horas escuchando a Carusso y otros tenores.
El joven no tenía platillo aborrecido, pero su guiso preferido era el mole de olla y de postres, su preferido era el pastel de chocolate.

Ese muchacho provinciano, como muchos otros, aspiraba a estudiar en el Tecnológico de Monterey , y un día llegó hasta ahí, acompañado por su padre y dos amigos quienes habían viajado por carretera desde Magdalena, en un “vochito” hasta la Sultana del Norte.

El sonorense obtuvo media beca para estudiar la carrera de economía, pero faltaba por completar la colegiatura y para hacerlo, trabajo como prefecto y vivió en la residencia para alumnos del Tecnológico.

Era un estudioso de su carrera de economía, sin embargo, la poesía ocupaba un espacio importante en sus lecturas.

Disfrutaba especialmente, declamar-cosa que se le daba muy bien-, y lo hacía con “La Chacha Micaila”.

Quienes tuvimos la oportunidad de escucharlo, acabábamos cimbrados ante esos versos expresados con una voz vehemente que hacía nublar los ojos.

Era sensible por naturaleza, y le dolía mucho que hubieran pobres que padecían grandes carencias de trabajo y oportunidades para sus familias, le dolía que se quedaran muchos en la puerta de la escuela sin poder ingresar, pensaba en las mujeres que no eran consideradas en los ascensos en el trabajo y los niños enfermos que no tenían acceso a la salud.

Este joven inquieto y sensible, se convierte en un adulto que ingresa a la política y que con el bagaje que le acompañaba, llegó a ser un líder político y social cercano a la gente, fuera quien fuera pues había recorrido los caminos del esfuerzo que le valió llegar al corazón de muchos mexicanos.

Inconforme con las condiciones que privaban en el país, como el hambre, el analfabetismo, servicios de salud que no llegaban a las rancherías y el abandono en que sobrevivían múltiples etnias indígenas marginadas del desarrollo, muchos vicios, como la corrupción e impunidad, una administración de justicia carente de sensibilidad y eficiencia.

Ya como candidato a la Presidencia de la República, alza la voz y con absoluta contundencia se revela ante la situación que reinaba en el país y pronuncia un discurso, con motivo del aniversario de la fundación de su partido político, el PRI, con frases que dibujaban la triste realidad de México y afirma; ”Por eso quiero ser Presidente de México“. Sus palabras retumbaban en los oídos de los miles de personas reunidas en torno al monumento a la Revolución. Ese discurso sigue vigente varios lustros después.

Había recorrido todo el país y ponía en blanco y negro, la triste desigualdad de la sociedad mexicana.

Ese hombre que quiso ser Presidente de México, fue asesinado “por las balas del odio”, como lo expresara su esposa Diana Laura Riojas de Colosio, al despedir su cuerpo en el campo santo de Magdalena de Kino, la tierra que lo vio nacer.

¡Ese político, candidato malogrado estaría cumpliendo 71 años de edad!

¡Felicidades, Luis Donaldo Colosio Murrieta, los mexicanos te echamos de menos!

¡Digamos la Verdad!