Elecciones 2024
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El PAN mandó levantar el sábado y domingo una encuesta nacional rumbo a las votaciones del 7 de junio. En la previa a Semana Santa registraron un empate con el PRI en 29%; el PRD marcó 14, Morena 7 y el Verde 6. “Y en esta podemos salir mejor”, me dijeron echados pa’delante. Se acababa de colocar en Youtube y las redes sociales el video en que su presidente Gustavo Madero rompía lanzas con virulencia contra “las mañas chafas y ruines de la maquinaria clientelar y corrupta del PRI (…) que ladra y nos ataca por los avances claros en las preferencias electorales”.

Aunque los panistas tendrán resultados hasta mediados de semana, hoy sienten que pueden ganar dentro de seis domingos. Hace una década que no se les veía tan optimistas. ¿Pero qué sería ganar para el PAN?

Pienso que ganará si la noche del 7 de junio se alza como el más poderoso contendiente para 2018. Porque la elección en puerta no será solo cosa de números. Será también un gran torneo de simbolismos: qué se gana, en dónde se gana, a quién se le gana y cómo se le gana.

Ganar será llevar mano en eventuales alianzas y fórmulas de gobierno de coalición. Y no es improbable que el PAN tenga su mejor elección federal desde que alcanzó la Presidencia de la República en 2006 con 35% de los votos. El calderonismo fue un periodo de declive sostenido: 28% en 2009, 25% en 2012. Ahora, con sus planos de ingeniero en la mano, Madero calcula cifras en los 30% y una presencia de 180 a 190 diputados en la próxima legislatura. Hoy cuentan con 114.

El PAN ganará, obvio, si supera al PRI en el plano federal, o si pierde por una diferencia de margen de error, no mayor a 3%. Victoria que sería arrasadora si se combina con las gubernaturas. A 40 días de la jornada, los azules están en la pelea en cinco de las nueve contiendas: Baja California Sur, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora. La dirigencia nacional asegura que no se han rendido en Nuevo León ni Colima y que en Guerrero lograrán un récord de votos. Únicamente Campeche está en la columna de pérdidas.

Si a lo anterior se sumaran triunfos en ciudades importantes, el panorama sería en verdad azul para los azules. No sé si por eso ladran los perros, pero la propaganda negativa del PRI tiene como objetivo al partido que ya los sacó del poder y, con un resuelto discurso antipriísta, se alista para sacarlos otra vez.

Por eso, ganar para el PAN será, antes que nada, mostrarse como el gran contendiente del 18.

MENOS DE 140. Falso que estemos preparando un pacto con El Bronco, garantiza la dirigencia nacional del PAN. Con El Bronco, ni a la esquina.

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