Independientemente de lo que piensen los gringos, ¿no cree que a los mexicanos nos urge parar la erosión democrática cuanto antes?
JUAN RAMÓN DE LA FUENTE,
PRÓXIMO SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:
+Erosión: desgaste,
destrucción, corrosión.
Diccionario de la RAE
Seguramente usted conoce el Center for Strategic & International Studies (CSIS) de la Universidad de Georgetown. Dicen los que saben, que es el think-tank número uno de Estados Unidos y el cuarto del mundo, lo cual sugiere que los reportes ahí elaborados son leídos cuidadosamente por los tomadores de decisiones políticas y económicas del vecino país.
En el reciente artículo El Plan C de AMLO y el bloque norteamericano, si logramos mantenerlo (3/9/2024), el título lo dice todo: la clase política y empresarial estadounidense ven nubarrones en la relación comercial.
Su argumentación es muy parecida a la que aquí en México se ha vertido, como que la desaparición de los órganos autónomos viola “innumerables disposiciones del T-MEC, (además de) que también paralizaría sectores económicos clave en un momento de profunda incertidumbre.”
No me voy a extender repitiendo los argumentos en contra de la Reforma al Poder Judicial, prefiero atraer su atención sobre el ánimo prevaleciente al norte de la frontera. Perciben claramente los vientos nacionalistas que soplan por estos lares, pero ven en ello una contradicción intrínseca: “México no puede ser a la vez parte integral del bloque comercial de América del Norte y una fortaleza nacionalista donde el Estado de Derecho depende de tu lealtad política o de tu pasaporte”.
Tal vez a don Andrés, en su visión simplista, no le preocupa que se vayan las inversiones estadounidenses, si es tan amigocho de los chinos. Pero me temo que la resultante no necesariamente será benéfica para México, empezando por que los productos elaborados con capital chino tendrán obstáculos muy serios para ser colocados en EUA y Canadá.
No es sólo la Reforma aprobada en los congresos locales sin ni siquiera leerla, mucho menos analizarla, doctor De La Fuente. En otro de sus reporte, el CSIS, sentencia que en México y otros países lantinoamericanos se vive un retroceso democrático, a partir de que “los jefes de Estado que participan en el engrandecimiento del Ejecutivo suelen ser electoralmente populares y, por lo tanto, justifican estos cambios como el cumplimiento del mandato del pueblo” (31/05/20224). Hasta parece que oyen las mañaneras, caray.
El CSIS presenta la erosión democrática en cuatro dimensiones, con cuatro indicadores cada una. El retrato de nuestro país es de dar grima y eso fue antes de que se aprobara el la reforma al Poder Judicial.
En la dimensión de la Influencia del Ejecutivo en el Sistema Electoral calificamos de bien alto; basten como ejemplo los indicadores de la Manipulación del Presupuesto para Elecciones y la Intromisión del Ejecutivo en los Procesos Electorales, los cuales se cumplieron mediante el recorte del presupuesto del INE y la promoción de MORENA en las mañaneras.
En la dimensión de Socavamiento de las Libertades Políticas, la 4T destaca en los cuatro indicadores: ataques los medios de comunicación, vulneración de la privacidad civl a través de la vigilancia con el software Pegasus y la obstaculización a otros actores políticos de la oposición. Nada más hay que preguntar como se sienten Carlos Loret de Mora, Ciro Gómez Leyva y Héctor Aguilar Camín, lo mismo que a María Amparo Casar y a Claudio X. González, entre muchos otros.
Otra de las dimensiones es la Influencia del Ejecutivo en el Poder Judicial, donde también AMLO batea de 300, empezando con el indicador de designación de ministros leales, pues nada hay que acordarse de Lenia Batres y Jazmín Esquivel; la emisión de decretos para evitar las rendición de cuentas, como fueron los contratos sellados de las megaobras; el bloqueo a investigaciones, como la del ex director de SEGALMEX y Pío López Obrador; y el hostigamiento hacia los jueces en incontables ocasiones.
La cuarta y última dimensión es la Intromisión en la Seguridad Nacional y Civil, la cual empieza por el indicador de transferencia de recursos al sector militar, donde ya vimos como SEDENA vio crecer su presupuesto en 150% más las decenas de miles de millones de la Guardia Nacional, las 245 nuevas atribuciones que tienen los militares y las 15 empresas estatales que controlan; la expansión de la impunidad institucional que tiene como ejemplo la exoneración inmediata del general Salvador Cienfuegos; y la militarización de la seguridad pública con la GN y su transferencia a la Defensa Nacional.
Nada de lo que exhibe el CSIS nos es desconocido, pero puesto todo junto es un retrato más que desolador, para el cual el presidente López Obrador y sus seguidores solo tienen como salida la posverdad.
El reporte concluye: “El avance del Plan C ha puesto en primer plano algunas verdades incómodas: EUA ha ignorado durante mucho tiempo la decadencia democrática de México bajo AMLO, principalmente a cambio de la asistencia desigual de México para gestionar la migración. (…) Pero el Plan C corre el riesgo de exacerbar la decadencia democrática y contribuir a un aumento de la migración, si la inversión extranjera directa en México se desacelera como resultado”.
Independientemente de lo que piensen los gringos, ¿no cree que a los mexicanos nos urge parar la erosión democrática cuanto antes?
Con la colaboración de Upa Ruiz
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