La estructura que nos va a gobernar por lo menos seis años no tiene nada de nuevo: los mexicanos la conocemos muy bien. Un titular del Poder Ejecutivo con poder omnímodo, absoluto, y un partido político que sirva como una gran agencia de colocaciones
Se puede decir, y se ha dicho muchas cosas poco agradables de la conducta del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su demagógico discurso estuvo siempre basado en una sucesión de mentiras repetidas de manera cotidiana e impúdica. Su estructura de poder consistió en la dispersión de recursos públicos a manera de compra de votos y fomento a una popularidad barata. Su actitud intolerante hacia cualquier forma de pensamiento alternativo le llevó a un permanente insulto, diatribas y denuncias falsas de pecados ajenos.
Lo que no se puede negar es que Lopitos anunció con tiempo su plan, atribuyéndolo aus adversarios: la realización de un golpe de Estado técnico, que se consumará exactamente dentro de ocho días. El último día del mes, López Obrador dejará la presidencia de la república y su fiel secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde Luján tomará posesión de la presidencia de Morena luego de que concluya su cargo en Bucareli. Andrés Manuel López Beltrán, hijo de Lopitos, asumirá la Secretaría de Organización.
La estructura que nos va a gobernar por lo menos seis años no tiene nada de nuevo: los mexicanos la conocemos muy bien. Un titular del Poder Ejecutivo con poder omnímodo, absoluto, y un partido político que sirva como una gran agencia de colocaciones, que premie el servilismo, la docilidad y la disciplina lacayuna con accesos a los puestos del poder y a los recursos económicos de la administración.Exactamente la estructura de poder que ejerció el PRI durante más de medio siglo, llamándose a sí mismo revolucionario, institucional y democrático. Eso es lo que nos espera. No habrá novedad.
Con un adicional elemento: nunca el PRI ejerció el nepotismo con un descaro mayor; los apellidos Alcalde, Batres, López aparecen en puestos claves así como otros menos conocidos: el poder de los clanes y las familias a todo lo que da. El puesto de secretario de Organización para Andrés Manuel López es un magnífico ejemplo de la designacion del monárquico sucesor: su labor es la creación y coordinación de los diferentes órganos de poder y de control en toda la república. Lopitos no necesita reelegirse. Ha dejado bien sustentado su maximato y heredero. Y nos anunció con antelación que vendría un golpe de Estado técnico, mediante el cual el poder judicial y el legislativo quedarían bajo la férula firme del Ejecutivo. No nos podemos quejar. Cumplió su promesa.
Joseph-Marie, Conde de Maistre, un contrarrevolucionario francés de la bisagara de los siglos dieciocho y diecinueve, que fue consejero del Zar Alejandro I en Rusia, es el autor de la frase que viene al caso: los pueblos tienen los gobernantes que se merecen.
PARA LA MAÑANERA (porque no me dejan entrar sin tapabocas): Si no fuera suficiente el rosario de estupideces fascistas y racistas que constituye la ideología y el programa de Donald Trump con los que pretende hacerse nuevamente de la presidencia de los Estados Unidos, bastaría su afirmación de la semana pasada. Dice el pelipintado que si gana Kamala Harris la indusria norteamericana del automóvil, piedra esencial del desarrollo de los vecinos, acabará siendo de México. Es cierto que la agresiva política económica de China, de manera muy especial en el ramo de los autos eléctricos ha tenido efectos serios en la perspectiva estadunidense. De ahí a que las grandes compañías automotrices norteamericanas queden en manos de mexicanos hay un profundo abismo de falsedad.