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El hambre suele producir poemas inmortales.
La abundancia, únicamente indigestiones y torpezas: Taine

El COVID-19 ha colocado a millones de seres humanos en el peor de los mundos. Deben elegir entre morir de hambre o morir siendo víctimas del virus. Y es que más allá de las discusiones en torno a las consecuencias del modelo neoliberal, estamos ante un hecho consumado, el 61 % de la población mundial se ubica en el sector formal de la economía.

Datos de la Organización Internacional del Trabajo señalan que dos mil millones de personas – más del 61 por ciento de la población activa – se ganan la vida en la economía informal. En África, 85,8 % de los empleos son informales. La proporción es de 68,2 % en Asia y el Pacífico, 68,6 % en los Estados Árabes, 40,0% en el continente americano, y 25,1 % en Europa y Asia Central. El informe muestra que 93 por ciento del empleo informal en el mundo se encuentra en los países emergentes y en desarrollo.
En México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de informalidad laboral alcanza cerca del 60%, aunque se observa una significativa variación entre entidades federativas y periodos en los últimos años. El trabajo informal es una mayor fuente de empleo para los hombres (63,0 %) que para las mujeres (58,1 %).

En estos días de emergencia sanitaria, 6 de cada 10 mexicanos no se puede quedar en casa, debe salir a buscar el pan para su familia. Su decisión es morir de hambre o morir alcanzado por el virus. Este es el retrato que muestra como el ser humano ha fallado para alcanzar justos equilibrios.

La OIT reconoce que la pandemia agravará la pobreza y la vulnerabilidad de quienes se ven forzados a trabajar en la “economía sumergida”, la mayoría en los países emergentes. Es un dilema terrible que los confinamientos y las medidas necesarias de contención de la pandemia están amenazando con disparar de forma “dramática” los niveles de pobreza de los trabajadores informales.

Es una falla que revela la ineficacia de Estados y gobiernos, porque si los “informales” caen enfermos, la mayoría no puede acceder a los servicios de salud, ni a las redes de protección de ingresos, y esto les lleva a endeudarse o a vender lo poco que poseen. Es el círculo mayor de miseria y de pobreza.

Paradójicamente, la informalidad es la única salida posible a los tiempos de estrechez económica provocada por la pandemia. La OIT advierte que “el colapso económico y el cierre de Pymes desencadenará un incremento del desempleo y el subempleo sin precedentes y la economía informal se expandirá”.

El organismo internacional en esta coyuntura propone dos vías para reducir la vulnerabilidad de los trabajadores: universalizar los esquemas de protección social y buscar alternativas para lograr su formalización. El retroceso económico que está provocando la pandemia obliga a Estados, gobiernos y empresarios a resolver un severo problema que de no atenderse podría generar episodios crecientes de inestabilidad social que podrían incidir en los niveles delictivos de los países.
La OIT subraya que “la crisis de la Covid-19 está exacerbando situaciones de vulnerabilidad y desigualdad ya existentes, y la repuesta política debe asegurar que el apoyo llegue a los trabajadores y empresas que más lo necesiten”. Zygmunt Bauman aseguraba que la precariedad, la inestabilidad y la vulnerabilidad son las características más extendidas y más dolorosas de las condiciones de vida contemporáneas. La pandemia ha intensificado las sensaciones de inseguridad, incertidumbre y desprotección.

La “política de precarización” dice Bourdieu podría provocar una extensión de la violencia, una “violencia desregulada”. La “nueva normalidad”, espero equivocarme, no avecina nada grato. Tendremos que aprender a sobrellevar una vida permeada por la fragilidad y entender que no somos más que seres vivos entre otras formas de vida.
Asegura Slavoj Zizek que “el resultado más probable de la pandemia sea la consolidación de un capitalismo bárbaro”. Por ello, creo que no deberíamos perder el tiempo esperando que el ser humano tome conciencia en esta coyuntura. Habrá que esperar otros tiempos para que las meditaciones espirituales New Age se apoderen del homo sapiens. En esta circunstancia, eso no va a suceder.

De la libreta
a) La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la inconstitucional “Ley Bonilla” muestra que pervive un sano equilibrio republicano. Pisotear el Estado de Derecho desde Baja California abría las puertas a la inestabilidad. Solo recordar que ese bodrio de Ley fue aprobado en su momento, por la mayoría PANISTA en aquella entidad.
b) México Elige y Consulta Mitofsky publican similares niveles de aprobación de la gestión del Presidente López Obrador. México Elige muestra un nivel de aprobación del 49.4 %, mientras que Mitofsky revela un alza que se ubica en 50.4 %.
c) Extender un decreto para permitir que las fuerzas armadas coadyuven con la Guardia Nacional a participar en labores de seguridad pública es un reconocimiento a la ineficacia de los gobiernos desde Felipe Calderón hasta López Obrador en la materia. Si elementos del Ejército y la Armada de México participan en labores de seguridad pública, deberán limitar su actuación a lo establecido en la recientemente promulgada Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, sostiene el ministro en retiro de la Corte, José Ramón Cossío.