Han pasado tres décadas y la vieja alternancia ya dio de sí. La primera transición democrática estuvo antecedida por la amenaza de un “choque de trenes” —Demetrio Sodi dixit— y antes de eso, por una sucesión de hechos violentos que alteró la ruta de la sucesión planeada por Carlos Salinas de Gortari
Han pasado tres décadas y la vieja alternancia ya dio de sí. La primera transición democrática estuvo antecedida por la amenaza de un “choque de trenes” —Demetrio Sodi dixit— y antes de eso, por una sucesión de hechos violentos que alteró la ruta de la sucesión planeada por Carlos Salinas de Gortari.
El asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993, inició la pesadilla en la que se convirtió el sueño modernizador del economista, negociador del TLC. Las pugnas entre los capos del narcotráfico —los Arellano Félix contra el Chapo Guzmán y el Güero Palma— antecedieron al alzamiento zapatista. El enfrentamiento entre los priistas, a los magnicidios de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.
El periodismo, antecede a los compendios históricos. Y en la tarea de reconstruir la mecánica de esos acontecimientos, Diego Enrique Osorno —reportero regiomontano— estuvo al frente de 1994, el documental difundido por Netflix que mostró el clima de descomposición política y conjuntó los testimonios de personajes tan diversos como el subcomandante Marcos, Diego Fernández de Cevallos y, por supuesto, el expresidente priista.
Osorno, autor de reportajes y libros de investigación publicados a lo largo de los últimos 15 años, ahora está enfocado en nuevas narrativas para contenidos de calidad. Y se involucró en El Show. Crónica de un Asesinato, una nueva serie documental de ViX y N+ Docs, la unidad de producción de documentales de N+ que abordará el asesinato de Paco Stanley.
En vísperas de su estreno, ese trabajo de investigación periodística ha levantado mucho revuelo en México. No sólo porque se trata de uno de los más claros ejemplos de que en México la impunidad dura años y que la política y los políticos siempre dejan algo que desear, sino porque que es una investigación seria, profesional y puntual que promete fuertes revelaciones en torno al crimen del que fue uno de los conductores de la televisión abierta más populares del país.
A casi 24 años, el caso Stanley es de una enorme actualidad, pues vincula a una serie de personajes políticos que en ese entonces y en la actualidad tienen mucho qué decir, desde el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, hasta Santiago Creel y Lilly Téllez, ésta última, víctima de un atentado en esa época y hoy, al igual que Creel, aspirante a la Presidencia de la República en el 2024.
La mayoría de las figuras políticas que entonces estuvieron involucradas en el caso Stanley siguen vigentes. El documental en cuestión aborda el papel que el entonces secretario de Seguridad Pública del DF, Alejandro Gertz, jugó en aquel entonces. Hay que recordar que, tras darse a conocer el hecho, dio órdenes para que el agrupamiento Cóndores identificara desde el aire el auto en el que escaparon los homicidas de Stanley, sin éxito alguno, lo que le provocó rispidez con los medios de comunicación que cubrían los hechos aquel fatídico 7 de junio de 1999 y, al mismo tiempo, tuvo un alto costo para el líder izquierdista, quien vio mermada su popularidad hacia sus aspiraciones presidenciales.
En vísperas del estreno de esta serie documental, ¿habrá algún político que en la actual coyuntura quiera sacarle provecho a esta reciente e inesperada polémica? Por los actores que protagonizaron esa historia y la coincidencia de que muchos de ellos hoy se encuentran en posiciones de poder relevantes, seguramente muchos querrán tomar partido y otros recordar culpas, omisiones y un gran etcétera.
El documental de N+Docs estará disponible dentro de una semana en la plataforma ViX de TelevisaUnivision.