Elecciones 2024
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Claro que el panista Ricardo Anaya no es de ultraderecha. Vamos, si en campaña propuso el sueño guajiro propio del populismo de izquierda, que cada ciudadano tuviera un ingreso básico universal. Pero, por creerlo de “ultraderecha”, un grupo no quiere que imparta clases en la UNAM.

No importa que su discurso electoral fuera similar al del candidato de Morena: “Sí hay dinero para pagar un ingreso básico universal, el problema es que los corruptos se lo roban”. Alguien decidió que es de “ultraderecha” y mandó encapuchados a tomar la UNAM.

La UNAM consideró los hechos violentos una burda provocación. Pero lo inquietante es que los vándalos se digan estudiantes o, peor, que lo sean: entonces son estudiantes obtusos que quieren un país cobarde, oscurantista, sin debate de ideas.

Porque si alguien es de ultraderecha, es libre de exponerlo donde quiera, al igual que durante años en la UNAM eran activas las ultraizquierdistas, criminales y traficantes de droga Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Su presencia continuó hasta después que su representación oficial en México cerró, en mayo de 2002. El gobierno de Colombia denunció que la guerrilla tenía relaciones con grupos estudiantiles mexicanos, especialmente de la UNAM.

Incluso, el 1 de marzo de 2008 murieron cuatro estudiantes, durante el bombardeo de una base de las FARC, tres sobrevivieron, como Lucía Morett, estudiante de la Facultad de Filosofía de la UNAM y considerada por la Interpol desde 2009 “persona armada, peligrosa y violenta”.

Ah, pero Ricardo Anaya no puede impartir un diplomado en la Facultad de Ciencias Políticas porque ello sería “abrir las puertas y recursos de la escuela a la “ultraderecha”. Ajá, porque lo dicen unos encapuchados que pueden ser considerados también “armados, peligrosos y violentos”.

En cambio, es natural ser de ultraizquierda. La presidenta del partido en el poder defiende la dictadura de Maduro, que en los últimos seis meses ejecutó 501 opositores, y el subsecretario de Educación Superior cree que, para transformar a México es necesario el sistema comunista.

¿Comunismo? La transformación comunista de Stalin mató un millón de rusos en 1921-22 y a siete millones en 1932-33. Además, 79 veinteañeros murieron a balazos tratando de cruzar el Muro de Berlín, para escapar del comunismo.

Y el PT, integrante de la 4T, elogia a Corea del Norte como “una sociedad muy organizada”, donde el servicio militar obligatorio es de 13 años, se permiten sólo 10 tipos de cortes de pelo y, según Amnistía Internacional, las torturas, ejecuciones y hambrunas causan millones de muertos.

Así que, en manos de la UNAM se encuentra, hoy, parte de la defensa del flujo de todas las ideas en el país. No puede ceder al chantaje…

Tiene que aceptar que Ricardo Anaya imparta su diplomado.