Su objetivo obvio de reforzar la autoridad de la SHCP en las compras consolidadas y evitar, por supuesto, “los moches, las empresas fantasma y las compras innecesarias” es para lo que se crea un organismo especial
En aras de no caer en las trampas de la condición humana, el gobierno de la República envió a los diputados una iniciativa que reforma la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.
Su objetivo obvio de reforzar la autoridad de la SHCP en las compras consolidadas y evitar, por supuesto, “los moches, las empresas fantasma y las compras innecesarias” es para lo que se crea un organismo especial.
Se creará el Comité de Contrataciones Consolidadas, en la SHCP, para decidir sobre las excepciones a las licitaciones públicas. Bien, pero verán cómo esta “barrera a la corrupción”, para justificar su existencia, será un gigantesco cuello de botella.
¿Piezas del ajedrez petrolero de Trump?
Cierto, en términos de política interna, el acuerdo con la OPEP, obtenido vía Donald Trump, se puede decir que fue un éxito para el gobierno de la República, aunque el acuerdo nos convierte en pieza del ajedrez petrolero del inquilino de la Casa Blanca.
Es un hecho, como lo advirtió Pablo Gómez, que la ruptura entre Rusia y Arabia Saudita que desplomó el precio del crudo complicó la estrategia electoral de Donald Trump, por el desempleo en estados clave para su reelección.
Por eso avaló a México, por la misma razón que éste fue un episodio en la búsqueda del objetivo enunciado por Trump ayer al felicitar a rusos y saudíes, “es gran paso para reencausar este gran negocio del petróleo”.
Ebrard, el troubleshooter de palacio
Otra vez algunos levantan la ceja y otros abiertamente se incomodan porque el canciller Marcelo Ebrard fue el lector del convenio del gobierno con los hospitales privados para respaldar la lucha contra el Covid-19.
Asombra y obviamente despierta celos que Ebrard lo mismo es intermediario en compras de insumos para la salud, que va a Gobernación a discutir con gobernadores, o que atiende diversos encargos, tan ajenos a su tarea de canciller.
Como ningún otro mandatario, López Obrador decide qué hace cada secretario de despacho; los trata como secretarios de despacho, no como ministros. Al fin que la Constitución dice que “se deposita el Poder Ejecutivo federal en una persona”.
Notas en remolino
Cada vez enredan más la distribución de los insumos. Se multiplican reclamos de médicos y enfermeras y persiste el misterio de qué hacen con los millones de insumos comprados a China… Mientras, los médicos del ISSSTE se quejan porque les quieren imponer horarios que superan con mucho sus jornadas laborales. Y ni con quién quejarse, pues sus dirigentes sindicales están como pasmados… Por esas razones, y porque se acepta que un enorme número de pequeñas empresas terminará arruinado por la prolongación de la cuarentena y se evalúan los efectos políticos de tantas quiebras y tanto desempleo, en Palacio Nacional hay impaciencia porque las cosas empiecen a normalizarse lo más pronto posible… Las encuestas, por cierto, demuestran una vez más que a los ojos de la ciudadanía una cosa es la figura del presidente y otra el partido Morena. Éstos ya saben que sin el presidente no son nada, absolutamente nada.
