Celebro que la subcomisión diputadil de Examen Previo desechó ya 109 de los ¡364! expedientes de juicio político acumulados de 2003 a la fecha. Mi gusto es porque la sola frase juicio político remite a las hogueras de la Inquisición, pero sobre todo porque la libraron personas que entregaron o siguen entregando sus afanes, experiencia, […]
Celebro que la subcomisión diputadil de Examen Previo desechó ya 109 de los ¡364! expedientes de juicio político acumulados de 2003 a la fecha.
Mi gusto es porque la sola frase juicio político remite a las hogueras de la Inquisición, pero sobre todo porque la libraron personas que entregaron o siguen entregando sus afanes, experiencia, inteligencia y honradez al servicio público.
Los hay de chile, de todos colores.
Entre otros: Miguel Ángel Mancera, Marcelo Ebrard, Alejandro Encinas, Genaro García Luna, Eduardo Medina Mora… ¡y Agustín Carstens!
En la eventualidad de que hubiesen delinquido, a cualquiera de ellos lo puedo imaginar en la cárcel, siempre y cuando sus acusadores sustentaran pruebas irrebatibles que convencieran a los jueces de meterlos en chirona.
Pero que para eso los señalados deban pasar por humillaciones políticas de la partidocracia me parece una descomunal marranada.
A los 255 de que aún se hará cargo el comité legislativo de “salud pública” debe obviárseles el trámite y dejar su destino y honor en manos de las instancias policiacas y judiciales.