Donald Trump lleva tres días en la Casa Blanca y solo nos ha dado malas noticias. Vamos, ni siquiera creo que sean buenas para EUA, porque todas tienen implicaciones negativas para la población estadounidense
LIC. MARCELO EBRARD,
SECRETARIO DE ECONOMÍA:
Retrógrada: partidario de los
tiempos pasados.
Diccionario de la RAE
Seguramente Donald Trump se quedó con aquellas imágenes que dieron fama mundial al cineasta Michael Moore, cuando lanzó su documental Roger & Me, en el cual mostraba como su pueblo natal, Flint, se vino abajo por la decisión de General Motors de trasladar sus plantas a México a fin de abaratar costos, en aquel lejano 1989.
Lo cierto es que la salida de GM no fue la única causa del declive de esta población, pero eso no creo que importe al nuevo inquilino de la Casa Blanca; el caso es que pretende revivir la fabricación de autos y autopartes en Estados Unidos. De llevarse a cabo tal política, vaya que nos afectaría.
La industria automotriz mexicana es una de las más sólidas que tenemos; nuestro país es el 7º productor del mundo, pues aquí están asentadas 10 armadoras y año con año su producción crece. La fabricación de autos y autopartes da empleo a alrededor de 840 mil personas y contando, pues dentro del sector industrial, en 2024 concentró una buena parte de los nuevos empleos directos (Statista).
Un aspecto interesante es que, del total de la producción automotriz en México, el 82% se exporta, principalmente a Estados Unidos. Esto quiere decir que no solo se van al país vecino los autos Ford o General Motors, sino también otras marcas como Audi, Toyota y Nissan. Y eso no le gusta a míster Trump.
Otro aspecto a considerar en la política trumpiana son los autos eléctricos. La administración Biden otorgaba un subsidio de siete mil dólares a los vehículos de este tipo, a fin de cumplir la meta al 2030 para que la mitad del parque vehicular de EUA fuera no contaminante. La medida era parte de los esfuerzos para disminuir los gases de efecto invernadero a fin de combatir el cambio climático. Y esto no le interesa a míster Trump.
Aparte de que los subsidios no le agradan, cabe señalar que marcas estadounidenses van más atrasadas en esto de producir autos eléctricos más eficientes y económicos; por ejemplo, la marca BYD produce los vehículos eléctricos más baratos del mercado (Thomson Reuters, marzo 2024). Y eso no le gusta a míster Trump.
Así que ni tardo ni perezoso eliminó, mediante acción ejecutiva, el mencionado subsidio.
Me temo que dentro del plan para revivir la industria automotriz estadounidense está la intención de incrementar los salarios en México. Sí, como lo lees, Marcelo. Una de sus peticiones dentro de la renegociación del T-MEC sería que un determinado porcentaje de los productos exportados por México sean fabricados con un salario de 16 dólares la hora. Tal demanda, de cumplirse, descarrilaría a nuestra industria automotriz … y a muchas otras.
El plan de Trump para la industria automotriz también encaja perfectamente en su plan energético. El mandatario estadounidense ya anunció que buscará incrementar la producción de petróleo, gas y gasolina, sin importar que para extraer el primero haga perforaciones en las reservas naturales de Alaska. Así que EUA se podrá ir despidiendo del Green New Deal y de su participación en el combate al cambio climático. Y para que se vea que es en serio, míster Donald firmó ooootra acción ejecutiva mediante la cual EUA abandona el Acuerdo de París.
Como tú sabes, Marcelo, el objetivo de dicho acuerdo es limitar el calentamiento global a 1.5ºC por año y los países participantes determinan cuál puede ser su aportación, mejor conocida como Contribución Nacionalmente Determinada. Y aquí no se trata solo de prometer, sino de cumplir, pues las naciones deben rendir informes y transparentar sus mecanismos de combate. Aquel que falla está sujeto a sanciones. Y eso no le gusta a míster Trump.
Porque resulta que EUA produce el 13% de las emisiones de CO2, lo cual lo coloca como el segundo país que más contamina al planeta. Seguramente con las políticas trumpianas esta nefasta aportación se verá incrementada y lo que parece no entender el presidente es que lo que ocurre en una nación puede afectar a muchas otras.
La salida de EUA del Acuerdo de París tiene otros impactos. Nuestro vecino, como potencia mundial que es, ha contribuido a un fondo de bonos verdes para apoyar a los países en desarrollo en su lucha al cambio climático. Durante su último año, la administración Biden hizo una histórica cooperación de 11 mil millones de dólares; por supuesto, tales apoyos serán suspendidos de inmediato.
Donald Trump lleva tres días en la Casa Blanca y solo nos ha dado malas noticias. Vamos, ni siquiera creo que sean buenas para EUA, porque todas tienen implicaciones negativas para la población estadounidense. Y para el caso, para el mundo entero.
Pero así es como le gusta a míster Trump.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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