Dígale a su asesor maravilla que mejor deje a la presidenta y a los secretarios de Seguridad, de la Defensa y de la Marina hacer su chamba con el nuevo enfoque que han decidido
LIC. ADÁN AUGUSTO LÓPEZ,
LÍDER DE LA BANCADA DE MORENA,
SENADO DE LA REPÚBLICA:
+Insidia: asechanza, maquinación.
Diccionario de la RAE
Un documento circulado entre la bancada de MORENA y dado a conocer por El Universal (30/12/2024) pinta de cuerpo entero las limitaciones de los asesores y/o analistas de su partido, Don Adán, empezando por mala redacción, el desorden de los argumentos y la aseveración de que el primer mandato de Donald Trump fue de seis años.
Bajo el título de “Implicaciones de la designación como grupos terroristas extranjeros a los cárteles mexicanos por parte del presidente de los EUA”, en el documento se presenta un análisis (¿?) y un escenario (¿¿??), cuyo único propósito es reivindicar la narrativa y la inacción del período lopezobradorista pero, sobre todo, cuestionar la actual estrategia de combate a los cárteles.
En su primera página, el texto afirma que “la realización de operativos que prioricen el uso de la violencia en contra de los cárteles representaría un contradicción con la retórica que se ha planteado desde el sexenio pasado.” Este párrafo no tiene desperdicio, señor senador. Primero, no veo por qué se sorprende de la racionalidad trumpiana; sabemos que míster Donald es un mega buleador, pero también que la pasada administración le dio muchas razones para ensañarse.
Por supuesto que no estoy de acuerdo con una intervención militar de EUA, ni de ningún otro país; sí concuerdo con los acuerdos de cooperación. Justamente ese ha sido el problema: el expresidente se rehusó reiteradamente a llegar a un pacto con el gobierno del vecino país y canceló la Iniciativa Mérida. En lo interno, desmanteló las eficientes áreas de inteligencia de la SEMAR con las cuales los agentes estadounidenses tenían un buen entendimiento. Fue hasta tres años después que se firmó el Acuerdo Bicentenario, el cual limita mucho el trabajo binacional.
Segundo, lo que parece preocupar al autor es “la contradicción con la retórica”. O sea, si Chiapas, Guerrero, Sinaloa, Guanajuato y demás estados están que arden, eso es secundario; lo importante sería no llevarle la contra la ex tlatoani tabasqueño.
Tercero, al analista (¿será el que vive en Palenque?) da un salto mortal en su silogismo y agrega que dichos operativos “posibilitarían un distanciamiento con la sociedad y el gobierno”. De verdad, ¿el analista iluminado cree que la sociedad está tan preocupada por defender a los narcos que se distanciaría del gobierno? El meollo del asunto, don Adán, es de dónde proviene la violencia. Llevamos dos décadas de una violencia asecendente, sobre todo en los últimos seis años, y no es imputable a los gringos, ni a los militares que estuvieron atados de manos. El crimen organizado es el que nos tiene hartos y hay que ponerle un alto.
Nadie quiere más violencia, como tampoco que vengan los seals a hacer operativos como el que atrapó a El Mayo Zambada; lo que no es desdeñable es una auténtica y efectiva coordinación binacional. De parte de México, hasta donde hemos visto los primeros lances de la actual estrategia de seguridad, los golpes han sido precisos y con pocas bajas, al tiempo que se ha arrestado a funcionarios corruptos. Sería de esperar que así siguiera la estrategia y hasta que mejorara con la información de inteligencia que EUA pudiera proveer.
En sus siguientes líneas, el documento dice que “distintos grupos, alentados por la narrativa de la oposición, podrían realizar movimientos sociales que recriminen la existencia de elementos militares extranjeros dentro del territorio; pudiendo suscitarse revueltas o levantamientos en armas de ciertos territorios.” Y dos líneas después afirma que “la postura anti-injerencista señalada por la presidenta Claudia Sheinbaum es congruente con la Constitución”. ¿En qué quedamos: sería la oposición o la postura de nuestra mandataria la que enardecería los ánimos?
Ya en las conclusiones, en el documento se afirma que “la designación como grupos terroristas extranjeros a los cárteles mexicanos figuraría como la imposición de políticas contradictorias al tratamiento social en la búsqueda de la paz y la justicia”. Al día de hoy, no hay indicadores de éxito de los programas sociales dedicados -en teoría- a alejar a los jóvenes del crimen organizado. Pero supongamos por un momento que tienen resultados razonables; lo cierto es que los programas no llegan a todos los jóvenes, que debieran complementarse con cambios estructurales para dar mayores oportunidades y que, en el mejor de los casos, tomará años la modificación de las causas sociales y económicas. Una vez más, el documento defiende la pasada dizque estrategia, como si en Palacio Nacional siguiera habitando don Andrés.
Y en su párrafo final, el documento indica que ante este escenario inédito, es necesario “mantener de forma homogénea el mensaje vertido por la presidenta (para) disipar la incertidumbre colectiva que ha sido generada por el presidente electo de EUA”. Caray, don Adán, no es solo con mensajes como se van a calmar las aguas en la Casa Blanca; es con acciones concretas, resultados tangibles y, en todo lo que nuestra soberanía permita, una auténtica cooperación entre los dos países.
Dígale a su asesor maravilla que mejor deje a la presidenta y a los secretarios de Seguridad, de la Defensa y de la Marina hacer su chamba con el nuevo enfoque que han decidido.
En síntesis, que no ande sembrando insidia entre los legisladores.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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