El gobierno de la presidenta Sheinbaum mantendrá la decisión de que la CFE produzca el 54% de la energía que requiere el país y, la verdad, lo veo en chino
M. en C. LUZ ELENA GONZÁLEZ ESCOBAR,
SECRETARIA DE ENERGÍA:
La planificación a largo plazo no es
pensar en decisiones futuras, sino
en el futuro de las decisiones presentes.
Peter Drucker
Hace dos días, tuvo lugar la presentación del Plan Energético de la presente administración y me llamó la atención que la mitad del tiempo fue destinado a loas al expresidente López Obrador y que la directora de la CFE, la M. en C. Emilia Esther Calleja Alor, mantuviera algunas medias verdades del pasado sexenio.
Pero mejor empecemos por lo positivo. Primero que nada, que prometen tomarse en serio la planeación; nunca la debió de perder la CFE, independientemente de la participación del sector privado dentro del sector, pero así ocurrió. También suena bien en que dicha planeación se contemple la generación de energías limpias para cumplir con los compromisos de México en el combate al cambio climático. De no hacer algo al respecto, los desastres como el Huracán Otis y las recientes inundaciones en Valencia van a ser cosas de todos los días.
Otra buena noticia es la pretensión de un “sistema eléctrico robusto y, sobre todo, confiable”, dado que buscarán que la generación intermitente de energía, como es la eólica y la solar, cuente con un sistema de respaldo. Para serle sincero, no entiendo por qué esto no se hizo en el sexenio pasado, porque es una gran pérdida para cualquier empresa o negocio quedarse sin suministro.
La tercera buena noticia es que van a dar una mejor gobernanza a la CFE evitando lo que ustedes ven como atomización en las empresas subsidiarias y filiales. Y creo que hasta ahí las evidentes notas favorables.
Durante la presentación, usted afirmó que “en la administración pasada se logró el rescate de CFE y se detuvo su privatización, (…) gracias a la gran inversión histórica de casi 20 mil millones de dólares” en diversos proyectos de transmisión y distribución. Por su parte, la maestra Calleja afirmó que la Reforma Energética peñista “propició la chatarrización de las Unidades de Centrales de Generación”. Caray, señora secretaria, como diría el clásico: yo tengo otros datos.
Si las Unidades son chatarra, pues habría que ver quién es el veradero responsable. El pasado sexenio se distinguió por asignar un presupuesto 24.5% menor a la CFE en comparación con los gobiernos anteriores (IMCO, 6/8/2024), lo cual era un contrasentido si se le quería colocar como el principal productor de energía y combatir la chatarrización; pero con don Andrés y con don Manuel todo era posible. Encima de lo anterior, para mayo de este año, la CFE presentaba un subejercicio de 18% en su presupuesto de inversión.
El gobierno de la presidenta Sheinbaum mantendrá la decisión de que la CFE produzca el 54% de la energía que requiere el país y, la verdad, lo veo en chino maestra González.
Mire, Hasta fines de 2023, la CFE produjo 12% menos que en 2019 y dudo mucho que en este año haya remontado tal disminución. A pesar de que la CFE no producía energía suficiente, la Centro Nacional de Control de Energía solo concedió permisos al 20% de los solicitantes para generar y suministrar dos mil megawatts de energía limpia. A lo que voy es que, si hoy en día tenemos problemas de suministro, pues todo indica que las decisiones políticas prevalecieron sobre las técnicas. O sea, la tienen cuesta arriba.
El plan presentado indica que habrá tres esquemas de participación para la iniciativa privada, con mecanismos financieros innovadores y sustentables, pero siempre bajo la premisa de que esta última solo puede generar el 46% de energía. Tengo mis dudas de que México resulte atractivo para los inversores, doña Luz Elena, pues la 4T suele cambiar las reglas del juego sin previo aviso y así lo hizo el pasado sexenio a los empresarios del sector energético. Los salvó un amparo concedido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero ese camino ahora está cancelado con la reciente reforma al Poder Judicial. Falta de certidumbre jurídica que le dicen, señora secretaria.
Ahora bien, dentro del Plan Energético se contempla una inversión de 23 mil millones de dólares, la mitad de los cuales serán para generación y el resto para transmisión y distribución. La inversión ocurrirá entre 2026 y 2029. Como diría mi abuela la gringa: too good, too late.
Mire maestra González, ya vamos muy tarde en esto del nearshoring, si no es que ya se nos fue, justamente porque no hay suficiente suministro de energía para que las empresas quieran establecerse en México. Si el gasto se desembolsa hasta 2026, luego se hacen las obras que de suyo son dilatadas, pues irán dando resultados dos o tres años después. O sea, ya no alcanzamos el nearshoring. ¿Por qué la tardanza?
Me hago cargo que en el sector energético la pasada administración dejó un berenjenal, pero como que este Plan Energético no ilumina mucho al país.
Ojalá esté equivocado.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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