La pregunta es si el segundo piso de la 4T va a mantener, o peor aún, ampliar esta tendencia a militarizar las funciones de la administración pública, hasta dónde y para qué
LIC. LUISA MARÍA ALCALDE,
PRESIDENTA DE MORENA:
+Militarizar: Dar carácter u organización
militar a una colectividad.
Diccionario de la RAE
Ayer, mientras inauguraba la Cineteca de Chapultepec en donde alguna vez fue un espacio adscrito a SEDENA, la próxima presidenta ironizó: “fíjense cuánta militarización!, que la industria militar se convirtiera en un espacio público”. Si tal cambio fuera la generalidad, doña Luisa María, estaríamos brincando de gusto, pero es un hecho único y aislado.
Por más que la 4T quiera negar la militarización del país, utilizando sofismas, los hechos y los datos están documentados.
En la reforma constitucional para trasladar la Guardia Nacional a SEDENA, se determina que la GN estará conformada por personal militar con acción policial. Incluso los elementos que alguna vez conformaron la Policía Federal serán regresados a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. En síntesis, para ser guardia hay que ser militar, regirse por sus normas y atenerse a sus tribunales.
Ayer mismo, expertos de la ONU alertaron sobre el riesgo de que una GN esencial y funcionalmente militar aumente las violaciones a los derechos humanos. Pero seamos condescendientes; aceptemos a regañadientes la premisa de que el crimen organizado cuenta con una estructura y capacidad de fuego que solo personal con entrenamiento militar puede hacerle frente. Concedamos que en los elementos de la GN descenderá el espíritu del respeto a los derechos humanos, como Pentecostés. Vale.
Lo que los cuatroteístas no quieren ver, mucho menos aceptar, es que el país se está militarizando porque -como se ha reiterado en este espacio- los militares ahora están a cargo de un montón de funciones que NO tienen que ver con su formación, ni con la seguridad pública, ni la nacional.
En 2024, México Unido contra la Delincuencia, Intersecta y el Programa de Política de Drogas dieron a conocer el Inventario Nacional de lo Militarizado, en el cual se da cuenta de la gran cantidad de funciones que tanto Presidencia como gobiernos estatales han transferido a los verdes, todo a partir de datos oficiales.
No pretendo agobiarla con la numeralia, licenciada Alcalde, pero es importante para que vea el talante militarista de su partido. “Sobre las reformas aprobadas (hasta 2023), dos de ellas fueron constitucionales y doce legislativas. Todas fueron aprobadas a partir de 2018, con excepción de la Ley de Seguridad Interior (2017)”. Mediante dichas reformas se transfirieron funciones civiles a las fuerzas armadas y “ocurrieron en el Congreso con mayoría morenista”.
También están 17 acuerdos y decretos presidenciales, mediante los cuales se crearon 15 empresas de participación estatal, cuya mayoría quedó bajo la tutela de SEDENA y unas pocas fueron para SEMAR. Y por si faltara algo, durante esta administración que está por concluir se han registrado 258 convenios, 80% de los cuales favorecen a SEDENA y el resto a SEMAR, pero con la gracia de que incluyen la transferencia de presupuesto. Y peor se la voy a contar, doña Luisa María, no hay datos para verificar de cuánto dinero estamos hablando; las organizaciones civiles autoras del Inventario solo pudieron ubicar los presupuestos de la mitad de los convenios, los cuales rondan por los 36 mil millones de pesos. O sea, la opacidad.
Le pongo algunos ejemplos de la colonización militar de las funciones civiles. SEDENA. No le voy a repetir la intervención militar en la construcción y administración de las mega obras, pero sí vale la pena recordar que ahora tiene el control de los principales aeropuertos y aduanas del país. Le quitó funciones a Salud, al hacerse cargo de vacunaciones. Hacienda también cedió a SEDENA la construcción de las mini sucursales del Banco del Bienestar, por cierto, con varias fallas en el intento. Las Fuerzas Armadas también han firmado convenios con SEMARNAT, PEMEX, SAT, Caminos y Puentes Federales, CONAFOR, CONACYT, IMSS, PROFEPA, SAGARPA, CONAGUA y otras 12 dependencias federales. Agregue 17 entidades de la República, donde además de la seguridad, también hace obra pública.
La pregunta es si el segundo piso de la 4T va a mantener, o peor aún, ampliar esta tendencia a militarizar las funciones de la administración pública, hasta dónde y para qué. El pretexto de la eficiencia no es válido; de la transparencia en el ejercicio del gasto, mejor ni hablamos. Nada más le cuento que también usan factureras y los ingenieros a cargo de las construcciones se han negado a transparentar sus declaraciones patrimoniales.
Ahora le voy a contar un pasaje histórico. En la antigua Roma, la guardia pretoriana juraba lealtad total al emperador de turno, fuera quien fuese. En el siglo I, el emperador Domiciano dio mucho dinero y atribuciones adicionales a la guardia pretoriana; incluso sus principales consejeros eran los dos jefes más importantes de la guardia, pasando por encima del Senado.
Un buen día Domiciano fue asesinado por su proceder autocrático y subió al trono el emperador Nerva, quien quiso cambiar las reglas del juego. Pero con la novedad de que los pretorianos lo ignoraron, al igual que al Senado, y se levantaron en armas en reclamo de sus privilegios.
El espacio se me acaba, pero le sugiero conocer la historia completa.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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