Todo esto tiene un origen y actualmente está en Palenque; bueno, ahí debiera estar, pero me temo que no ha salido de Palacio Nacional
LIC. LÁZARO CÁRDENAS BATEL,
JEFE DE LA OFICINA DE LA PRESIDENCIA:
Mandato: orden,
representación, poder.
Diccionario de la RAE
Debo hacer notar no voté por MORENA, pero eso no obsta para que me desagrade el demérito innecesario de la investidura presidencial quien quiera que la ostente. Nada de lo que está ocurriendo en la Cámara de Diputados y en el Senado era necesario; solo ha servido para manchar el primer mes de gestión de la doctora Claudia Sheinbaum y poner en duda tanto su autoridad como su liderazgo.
Como comenté en una columna anterior, si la 4T quería contar con alguna ventaja en el Poder Judicial, no era necesaria la reforma; simplemente había que esperar a diciembre cuando el ministro Luis María Aguilar se retira y entonces designar a alguien afín, aunque no tan impresentable como Lenia Batres. Unos cuantos ajustes en el Consejo de la Judicatura y ya estaba el asunto. Pero no, había que satisfacer al ex presidente sin importar que el costo político fuera para doña Claudia.
Me temo, licenciado Cárdenas, que la 4T debe ser el hazmerreír en la Comisión Interamerican de Derechos Humanos; lo digo por lo expresado durante la audiencia sobre la Reforma al Poder Judicial (RPJ), a la cual comparecieron jueces y magistrados mexicanos como la parte quejosa, así como los representantes del gobierno.
Mire don Lázaro, la relatora de la ONU para Derechos Humanos, la doctora Margaret Satterwhite, lo menos que dijo sobre la Reforma es que “carece de un mecanismo transparente, independiente y accesible para verificar que los candidatos cumplan con los requisitos de capacidad (técnica) e integridad. En cambio, traslada la responsabilidad de verificar el cumplimiento de los criterios de elegibilidad de los candidatos de un Poder Judicial disuelto al Senado, siendo este último un ente político.”
En otra parte de su exposición manifiesta que su “segunda preocupación se relaciona con la remoción anticipada de todos los jueces que no se presentarán a la elección popular. (…) La inamovilidad de los jueces está garantizada por normas internacionales, las cuales prohíben su remoción arbitraria o sin causa justa. La inamovilidad es crucial para proteger la independencia del Poder Judicial, ya que permite a los jueces ejercer sus funciones libres de la amenaza de perder su puesto si sus decisiones no son del agrado de otros poderes del Estado.”
En conclusión, la doctora Satterwhite señala que la 4T está poniendo en riesgo las condiciones para que la impartición de justicia en México sea justa e imparcial, lo cual atenta contra los derechos de los ciudadanos.
Los morenistas podrán aducir que nuestro país es libre y soberano para gobernarse como se le venga en gana, que el pueblo bueno y sabio optó por la Reforma, que bla, bla, bla. Pero justamente porque México decidió libre y soberanamente respetar los derechos humanos los elevó a rango constitucional y también suscribió el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.
Tal vez los legisladores morenistas no lo recuerden, pero si la CIDH se pronuncia en contra de la Reforma, la 4T tendrá que acatar el fallo, porque la propia Constitución mexicana aceptó que tales resoluciones tienen carácter vinculatorio.
No me extrañaría que la 4T tomara la resolución de la CIDH como las llamadas a misa, porque los derechos humanos no le importan y ya lo vimos con la reelección de Rosario Piedra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos. No voy a repetir las pifias y omisiones que ya comenté la semana pasada sobre la nula gestión de doña Rosario, pero vale la pena recordar que fue la peor evaluada de los 15 finalistas y que todas las organizaciones de derechos humanos -incluida la fundada por su madre- se manifestaron abiertamente en contra de su reelección. Vamos, ni siquiera era la candidata de las simpatías de la doctora Sheinbaum.
Su correligionario Adán Augusto López maniobró de la manera más grosera para que los senadores cambiaran su voto a favor de la señora Piedra. Resulta inexplicable tanto esfuerzo, tanta presión en favor de alguien demostradamente inepto para el cargo, habiendo aspirantes capaces y con vínculos afables con la 4T. Ello lleva a pensar que solo se trataba del capricho de alguien más poderoso que la presidenta de la República. Mal asunto por el lado que se vea.
Ambas experiencias son el basamento sobre el cual se llevará a cabo la elección de jueces y magistrados. Para serle sincero, licenciado Cárdenas, ¿quién se va a tragar el cuento de que los legisladores morenistas no van a meter las manos en la conformación de la lista de finalistas? Si han sido tan desvergonzados con la RPJ y con la designación de doña Rosario, cuando ambos eventos han tenido atención mediática, qué no harán tras bambalinas con los aspirantes a jueces y magistrados. Mal asunto por el lado que se vea.
Todo esto tiene un origen y actualmente está en Palenque; bueno, ahí debiera estar, pero me temo que no ha salido de Palacio Nacional.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
X: @Lmendivil2015