El otro tema es el petróleo y eso sí que nos interesa; aunque México produce poco, no estamos para sustos
JUAN RAMÓN DE LA FUENTE,
SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:
Aldeanismo: tosquedad propia
de una sociedad cerrada en sí misma.
Diccionario de la Lengua Española
El anterior inquilino de Palacio Nacional prácticamente no salió del país para asistir a reuniones internacionales ni binacionales. No se sabe si su reticencia obedecía a que no le gustaba codearse con mandatarios de otros países, a que inexplicablemente no lo consideraba necesario, a que hubiera sido un rollo que viajara en avión comercial a la sede de los eventos o todo lo anterior. El entonces presidente Joe Biden le tuvo que hacer manita de puerco a AMLO para que asistiera a la Cumbre de Las Américas celebrada en California en 2022.
Comento lo anterior porque presidenta Claudia Sheinbaum acaba de ser convocada por Canadá, país anfitrión, para participar como invitada especial a la reunión del G7 a celebrarse el 15 y 16 de junio en Kananaskis, Canadá; por lo que dijo en la mañanera del miércoles, todavía no toma la decisión sobre su asistencia.
Como que en Canadá no cayó muy bien la indecisión, doctor De la Fuente, pues en el portal de Radio Canadá -medio oficial- se comenta que “esta vacilación es notable porque las relaciones entre Canadá y México han estado alicaídas en los últimos meses, mientras ambos países se enfrentan por caminos separados a los aranceles y las amenazas económicas del errático presidente estadounidense Donald Trump” (29/5/2025).
Para el primer ministro canadiense, Mack Carney, no debió resultar fácil extender la invitación, pues al interior sufre presiones para que México y Canadá vayan por caminos separados en cuanto al TMEC. Como usted sabe, don Juan Ramón, el ministro de Ontario, Doug Ford, ha insistido en que Canadá y EUA deben optar por un acuerdo bilateral. Entre sus razones para excluir a México están que nuestro país es una fuente de transbordos; es decir, que los productos asiáticos supuestamente inundan el continente a través de los puertos mexicanos.
Los ciudadanos estamos al tanto de las ocasiones en que la presidenta ha conversado con el presidente Donald Trump, así como de las expresiones halagadoras que el estadounidense ha tenido sobre doña Claudia. Pero, con todo respeto, míster Donald no es confiable y es aquí cuando las pláticas cara a cara cobran relevancia, máxime que un eventual encuentro sería en terreno neutral. La presidenta Sheinbaum no estaría a merced de Trump, como lo han estado otros mandatarios cuando han visitado la Casa Blanca.
Cabría esperar que el estadounidense llegue a la reunión con su habitual actitud de bully, reclamando los “desequilibrios globales” que provocan el déficit en la balanza comercial de EUA; a la fecha, solo Gran Bretaña ha concretado un acuerdo con EUA, el resto sigue sufriendo los vaivenes arancelarios. Por cierto, en la reunión preparatoria, los ministros de Finanzas de los países del G7 acordaron poner especial atención a las políticas y prácticas no mercantiles que provocan desequilibrios en el comercio mundial, en una clara alusión a China. Lo anterior indica que hay un cierto realineamiento proclive a EUA y algo distante del gigante asiático.
Hay otros temas de suma relevancia que se tratarán en la reunión del G7, que van desde la seguridad, pasando por el crecimiento económico mundial, la transición digital y, por supuesto el tema de Ucrania y Rusia. En las reuniones preparatorias de ministros, los asistentes acodaron que “ningún país o entidad” que apoyara las maniobras bélicas de Rusia podría verse beneficiada de la reconstrucción de Ucrania cuando acabara la guerra; lo anterior pone serios obstáculos a las empresas chinas que ya trabajan en la nueva Ruta de la Seda.
Respecto de Rusia hay dos temas relevantes: por un lado, está el asunto de la congelación de 274 mil millones de euros pertenecientes a Rusia. En el G7, incluida la Unión Europea, está dividida la opinión respecto de qué hacer con ese mundanal de dinero. Unos están por incautación y dejar esos fondos como reserva para la reconstrucción de Ucrania. Otros consideran que la confiscación significaría desperdiciar una moneda de cambio para que Rusia salga de Ucrania, además de las complicaciones legales y financieras que esto traería, por lo cual sugieren que solo se utilicen los intereses como ayuda inicial (47 mil millones de euros).
El otro tema es el petróleo y eso sí que nos interesa; aunque México produce poco, no estamos para sustos. Resulta que Rusia ha estado exportando su petróleo a través de una flota fantasma, con cuyos ingresos ha podido financiar la guerra con Ucrania. En la reunión preparatoria, los ministros de Finanzas propusieron bajar el precio del barril de petróleo ruso de 60 a 50 dólares, como parte de las nuevas sanciones a Rusia. EUA no se ha definido del todo al respecto, pues insiste en que los dos países en guerra en breve iniciarán pláticas de paz.
Como ve, doctor De la Fuente, en la reunión del G7 se discutirán asuntos que impactan a México, unos más otros menos, pero todos relevantes. Ojalá la presidenta Sheinbaum abandone el aldeanismo que hasta ahora ha caracterizado a la 4T.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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