Su indeseable, pero eventual reelección, solo podría responder a una orden de López Obrador a la presidenta Sheinbaum…
Abundan razones para que el Senado no reelija en la CNDH a Rosario Piedra Ibarra, impuesta por capricho de López Obrador hace cinco años.
De su desastrosa y punible gestión sobresalen:
–Modificó las normas internas a espaldas del Consejo Consultivo, lo que le permitió reabrir ilegalmente el caso Iguala en vez de hacer un seguimiento puntual para el cumplimiento de la Recomendación del 28 de noviembre de 2018, incurriendo en delitos cometidos por servidores públicos.
–Desoyó a las madres buscadoras.
–Ignoró a los niños con cáncer, que no fueron proveídos de sus medicamentos.
–Calló frente a la negativa del gobierno a vacunar oportunamente al personal médico privado durante la pandemia.
–Alcahueteó el cierre de las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo.
–Apoyó a un presunto violador y a un probable hostigador sexual para que ocuparan la gubernatura de Guerrero y la embajada de México en Panamá.
–Avaló la militarización de la seguridad pública.
–Sin tener facultades, emitió una recomendación contra el INE por hechos ocurridos entre 1951 y 1965, cuando el instituto ni siquiera existía.
–Impulsó la reapertura del caso Colosio con fines electorales mediante una estulta recomendación a favor del asesino Mario Aburto.
–Fue omisa ante el atentado a los derechos humanos que entrañan las inminentes desapariciones del Coneval y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos personales.
Si hace cinco años fue un cochinero su designación, el proceso actual también apesta, porque Tania Ramírez, de la Red por los Derechos de la Infancia, fue excluida de la terna, pese a ser la segunda mejor evaluada entre medio centenar de aspirantes.
Además de Piedra, en la terna figuran la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández, y la maestra en Derecho Constitucional Paulina Hernández Diz, de la Unidad para la Igualdad de la Universidad de Guadalajara.
Sobre Piedra Ibarra, Eureka, el comité fundado por su respetada y célebre madre, alertó antier:
“Nos parece inaceptable que por intereses ajenos al proceso sea impuesta en la terna la persona que demostró a lo largo de cinco años su incapacidad para dirigir la CNDH con independencia del Estado perpetrador de graves violaciones a los derechos humanos. Con ello se desestima una metodología brillante, pues se impone a una candidata que no figuraba entre los cinco mejor evaluados. Esta acción deja un mensaje de incertidumbre y desconfianza. Descartar a los perfiles mejor evaluados desacredita y deslegitima todo el proceso convocado por el propio Senado y no solo eso, también se corre el riesgo de dejar la CNDH en manos de la persona peor evaluada. Nadie debería prestarse a una simulación, mucho menos aquellos que han luchado por la justicia”.
Lo cierto es que Piedra quedó en el décimo quinto lugar.
Su indeseable, pero eventual reelección, solo podría responder a una orden de López Obrador a la presidenta Sheinbaum…