Elecciones 2024
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Hace unas semanas, durante una comida, Manlio Fabio Beltrones, ahora presidente del PRI, dijo que había que prepararse por igual para gobernar desde la oposición y desde el gobierno.

La frase resume su experiencia durante el gobierno de Felipe Calderón, cuando el PRI cogobernó desde la oposición, en buena medida a través de Beltrones: pactó, propuso, impuso, compartió, bloqueó y terminó recuperando la Presidencia.

Resume también el aprendizaje de un político profesional en el entorno de mayorías precarias que produce la democracia mexicana, donde nadie puede ganar todo el poder, no hay por tanto amigo ni enemigo pequeño y solo gobierna, al final, quien puede hacer alianzas y tender puentes.

Beltrones ha hecho un oficio de la posibilidad de gobernar desde la oposición, remando a la vez con y contra la corriente, haciéndose un rival útil, a la vez incómodo y necesario.

En la lógica de su oficio se gana ganando, desde luego, pero se gana también volviéndose necesario para el ganador.

El PRI perdió la Presidencia con el PAN, pero Beltrones se volvió necesario para el gobierno de Calderón. Beltrones perdió la candidatura presidencial del PRI con Peña Nieto, pero se volvió necesario para Peña Nieto en el Congreso.

Ahora Peña Nieto lo hace presidente del PRI  y, a querer o no, precandidato a la Presidencia.

¿Qué podemos esperar de Beltrones en el PRI? Podemos esperar un pleito a fondo por el poder: para su partido en las elecciones, y para sí mismo y su candidatura presidencial rumbo a 2018.

Creo que se equivoca quien piense que Beltrones no buscará la candidatura presidencial del PRI. Creo que se equivoca también quien piense que está dispuesto a arriesgarlo todo por ella; por ejemplo, a romper con su partido, o a romperlo.

Si algo muestra el camino de Beltrones por las derrotas y las victorias que le ha deparado la democracia mexicana, es que le interesa ganar, pero le interesa sobre todo seguir en el juego. No ser el que decide, quizá, pero mantenerse entre los que deciden; gobernar desde adentro o desde afuera, desde el gobierno o desde la oposición, pero estar en el juego, y volverse necesario en el camino.

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