Minuto a Minuto

Nacional Detienen a pakistaní por golpear a israelí en bar de la colonia Roma, CDMX
Un hombre pakistaní fue detenido por autoridades de la CDMX tras agredir a un israelí en el bar drama de la colonia Roma, CDMX
Internacional Detienen en Rusia a 70 personas que rezaban por Zelenski
Unos 70 miembros de ua secta religiosa fueron detenidos en San Petersburgo, Rusia, tras dedicar sus rezos al presidente ucraniano Zelenski
Nacional Balen a mujer en la colonia Asturias, CDMX
Una mujer fue herida por arma de fuego en calles de la colonia Asturias de la Ciudad de México este sábado 27 de diciembre
Nacional Procesan a dos custodios que trasladaban 37 mdp en efectivo en el Edomex
Los custodios Ivan "N" y José "N" no pudieron acreditar la legal procedencia de los 37 millones de pesos en efectivo
Nacional Marx Arriaga acusa intento de privatizar la educación en la SEP; hace un llamado a “rebelarse”
El director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, planteó crear los Comités para la Defensa de la Nueva Escuela Mexicana

El expediente de los sucesos de Iguala en que fueron desaparecidos 43 estudiantes de Ayotzinapa tiene más de 400 tomos de investigación.

Es imposible pensar que no hay en ellos al menos una parte sustantiva de lo que sucedió efectivamente aquella noche, y de sus autores: cómplices y homicidas.

Creo que ni el gobierno ni la sociedad pueden renunciar a lo que sabemos ya de aquella noche en Iguala. El gobierno puede y debe continuar la investigación, pero no puede ni debe hacer como que no existe, como que todo lo incluido en ella está sujeto a sospecha o a ilegalidad y debe, por tanto, partirse de cero.

Creo que hay que partir de donde se quedó la investigación. Desde el principio hubo en ella dos actores claves no investigados exhaustivamente: el Ejército y la normal de Ayotzinapa.

Difícil creer que el Ejército no supiera mucho más de lo que declaró sobre lo sucedido aquella noche en un territorio donde ocupaba lugares estratégicos. El Ejército no fue puesto seriamente a declarar.

Lo mismo puede decirse de la normal misma. Difícil pensar que autoridades y alumnos de la normal no supieran lo que sucedió desde adentro de la escuela con el llamado y la organización de viaje de los estudiantes aquella noche a Iguala.

Sabemos ahora que hay información crucial en manos de la DEA y que esa información tampoco está en el expediente.

De modo que hay mucho que añadir a la investigación propiamente dicha en busca de la verdad.

El gobierno da la impresión de estar más interesado en dar una respuesta política y moral al agravio, que una verdadera salida judicial.

El agravio de Ayotzinapa lleva camino de convertirse en una nueva herida incurable en la conciencia nacional, refractaria lo mismo a la razón que a la ley, y a la verdad.

Creo que no hay que alimentar la herida con nuevas capas de sospechas, ni con una nueva oleada de fabricación de culpables, sino con un nuevo intento genuino de establecer la verdad.

Insisto: hay 400 tomos de investigación y en ellos está al menos parte de lo que verdaderamente sucedió.