Elecciones 2024
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Francisco Javier Conejo Cejudo era un nombre que sonaba muy familiar entre la cúpula panista, hace una década. Por su bonhomía y su liviandad —alejado de los formalismos de los políticos, rechazaba usar traje y corbata—, pero sobre todo sus cualidades recaudatorias, que cumplió durante casi tres décadas con amplitud.

Ya fuera en Baja California, Sonora o su natal Jalisco, este abogado tapatío apuntaló financieramente a muchos panistas, desde finales del sexenio de Vicente Fox. Y de la mano de su paisano Francisco Ramírez Acuña llegó al primer círculo del calderonismo.

Exlegisladores que militaron en el PAN y conocieron de sus gestiones eficaces lo describen como un amigo leal y generoso, dedicado a tener redes de apoyo y conseguía donativos para sufragar las campañas de candidatos del blanquiazul, hasta el 2015. En las elecciones presidenciales recién concluidas trabajó para la causa de José Antonio Meade Kuribreña.

Sin ambiciones políticas, Conejo Cejudo se enfocó en la promoción de los agronegocios, a través de la Fundación Jalisco —una asociación civil para impulsar proyectos agroindustriales en la que se involucró Edgar Chávez Navarro, ex secretario particular de Ramírez Acuña— y de Finarmex.

A mediados del sexenio calderonista lanzó uno de sus proyectos más arriesgados: la construcción del recinto TIF más grande de América Latina en la periferia de su natal Guadalajara, con una inversión de 30 millones de dólares. Entre sus socios estuvieron el gobierno jalisciense, FOCIR, la Unión Ganadera Regional y 30 inversionistas privados, pero el megarrastro no ha podido estar a 100%, luego de una década de esfuerzos fallidos.

Egresado de la UdeG, Conejo Cejudo comenzó su carrera en el mundo de la abogacía hace tres décadas dentro del Consorcio de Asesores Empresariales, especializado en asuntos fiscales y laborales. En 1995 fue reclutado por el empresario Antonio Rodríguez Hernández, para dirigir la mudanza del Grupo Pinos, de Guadalajara a Ensenada, donde está el rancho en el que nació uno de los consorcios agroindustriales más boyantes, durante los sexenios panistas.

De la siembra de hortalizas, Grupo Pinos extendió en esos años sus operaciones a la comercialización de productos perecederos en 19 propiedades y dos bodegas en la Central de Abastos de la Ciudad de México. Una disputa con Semillas Pioneer, que finalmente ganó, puso a Conejo Cejudo en el negocio de producción de pimiento morrón en invernaderos y finalmente, al mundo de las Sofoles agrícolas. Su primera incursión fue a través de Finarmex, de la mano del consultor sonorense Carlos Obregón Millán. Ambos levantaron recursos de una docena de inversionistas para conformar el Grupo Promotor Mexicampo, al que se asoció Netafin, una comercializadora israelí de equipos de riego.

Arrancaba el sexenio foxista y este nuevo consorcio quiso incursionar en el crédito agrícola, de la mano de Francisco Meré y José Antonio Meade Kuribreña, quienes estaban entonces al frente de FIRA y Banrural, respectivamente. Por la Secretaría de Agricultura pasarían el empresario celayense Javier Usabiaga, el Rey del Ajo, y el economista tapatío Francisco Javier Mayorga.

Conejo Cejudo ayudó a la expansión del panismo y en reciprocidad, sus negocios se multiplicaron. En el 2002 presentó la primera sociedad financiera dedicada al otorgamiento de créditos al sector agroalimentario, Finarmex, y en el 2006 obtuvo la autorización de la CNBV para operar una caja de ahorro, a la que llamó Coincidir. Así operó durante casi una década, pero hace tres años reorientó su modelo de negocios hacia los microcréditos por medio de una red de pagos y créditos a través de descuento vía nómina, para el sector agropecuario.

Justo entonces, la sofipo empezó a mostrar problemas financieros y operativos, que se agravaron al cierre del 2017. En marzo pasado, HR Ratings procedió a una “revisión especial” a la baja de la calificación para Proyecto Coincidir, debido al incumplimiento del pago de sus obligaciones de deuda, mismas que atribuyó a “fuertes presiones en la liquidez”.

Los incumplimientos con sus clientes han obligado a la Condusef a intervenir en el caso. ¿Y la morosidad con sus principales fondeadores? Entre estos destacan Financiera para el Desarrollo, Nafin y Bansefi, con el que tiene una línea de crédito vencida desde el 2015. En vísperas del cambio de poderes, aún le quedan amigos en esas estructuras gubernamentales.

EFECTOS SECUNDARIOS

PATRONES. Cierra la semana con la noticia —por confirmar— del arribo del astro argentino Diego Armando Maradona al futbol mexicano, como entrenador de Los Dorados de Culiacán, en sustitución de Francisco Ramírez. El club —fundado hace 15 años por Eustaquio de Nicolás y Valente Aguirre— tiene al frente a Jorgealberto Hank Inzunza, hijo del polémico empresario y político priista Jorge Hank Rhon. Y claro, entre sus principales patrocinadores están Banorte, Grupo Caliente, y SuKarne, la marca del magnate culiacanense Jesús Vizcarra. ¿Y Homex?

¿DILACIONES? En este espacio se dio cuenta de la suspensión del pago a los proveedores de la Secretaría de Gobernación determinada por la directora general de Programación y Presupuesto de la dependencia, Susana Mejía Ramírez. Los servicios prestados están debidamente comprobados, lo mismo que las suficiencias presupuestarias tramitadas ante la Secretaría de Hacienda. ¿Y entonces? Los recursos de contratos o servicios ya devengados —refieren en la Auditoría Superior de la Federación, a consulta expresa— no pueden ser reintegrados a la Tesorería de la Federación. Y el pasivo tampoco podría ser absorbido por la administración entrante.